Es una suerte que la vieja costumbre de relacionar los días del calendario con el santoral esté siendo transformada por una visión laica, donde determinadas fechas nos sirven para reflexionar sobre causas injustas o valores a reivindicar. Dicho esto, hagamos lo propio el día en el que en todo el mundo se habla de la diversidad de los seres vivos y de la urgencia de su conservación, especialmente en este año 2010 que la Unesco decidió dedicar a la biodiversidad.

La biodiversidad es esencial para mantener las condiciones que permiten la existencia del ser humano sobre la Tierra y es un derecho que tienen todos los ciudadanos a disfrutar de un medio ambiente saludable y sostenible.

Un documento elaborado por la Presidencia española de la Unión Europea este semestre reconoce, con respecto a la conservación de la biodiversidad, que los esfuerzos realizados hasta la fecha, tanto a nivel global como europeo, no han sido suficientes. El objetivo de "Parar la Pérdida de Biodiversidad en Europa para el año 2010" no se ha alcanzado, se sigue perdiendo biodiversidad a un ritmo inaceptable y sus graves consecuencias ecológicas, económicas y sociales son ya predecibles. Sólo se encuentra en un estado favorable de conservación el 17% de las especies y tipos de hábitat de interés para la conservación en Europa.

Europa tiene la obligación de tomar medidas urgentes para preservar su propia biodiversidad, que en muchos casos tiene en sí misma importancia global. Tiene además la responsabilidad de mostrar que es compatible con alcanzar unos altos niveles de desarrollo económico y de bienestar social.

XEN EUROPAx se considera que para que todo esto ocurra es necesario crear las condiciones para que aquellos que participan directamente en la gestión del territorio, especialmente las comunidades locales, puedan tomar iniciativas concretas de conservación y que todos los actores interesados participen de forma efectiva en la toma de decisiones políticas. La acción en pro de la biodiversidad surgirá así desde la base de la sociedad, "de abajo arriba", mostrando las oportunidades económicas que emergen de su conservación.

Esta llamada al papel de todos los ciudadanos es para mí la clave. No podemos seguir tirando balones fuera, considerando que han de ser los políticos quienes solucionen todos nuestros problemas. Tenemos que implicarnos, descubrir, valorar y participar de manera activa en tanto que somos protagonistas fundamentales en la conservación de la biodiversidad, no vaya ser que sea verdad lo que narra uno de los cuentos de las mil y una noches cuando dice que: "la Tierra entera tembló el día en que Dios creo al Hombre".

Para empezar, la diversidad debe ser conocida, y no siempre es así. Tengo desde hace años la costumbre de preguntar a mis alumnos, a principio de curso y a modo de detección de ideas previas y de preconcepciones erróneas, si saben cuántas mamas tiene una vaca, dónde tienen las mamas las ballenas, o si saben de qué color son los huevos de las cigüeñas. Un cuestionario que les motiva a conocer su entorno y que no siempre viene acompañado del nivel de conocimiento que se espera en alumnos que han llegado a la universidad.

El latino dicho homo hominis lupus (el hombre es un lobo para el hombre ) debería de completarse con un ...y hasta para los lobos . El hombre no considera la Tierra un espacio para vivir ni para convivir, sino como lugar donde algunos puedan vivir sin límites y otros deban malvivir, tragándose la basura de nuestras comodidades, los excrementos de nuestra industria, el dolor de nuestro disfrute ilimitado. No podemos seguir sacando de la despensa de la Tierra sin reponer, agotando sin dejar descansar, arrasando hasta el final, saqueando... ¿Uso? ¿Abuso? ¿Hasta dónde? ¿Hasta cuánto? ¿Hasta cuándo?

Si reflexionamos sobre estos interrogantes nos daremos cuenta de que, por ejemplo, cuando hablamos del uso no sólo estamos tratando de atender los problemas del crecimiento de la población, sino también de abusos injustificados. ¿Cómo entender que numerosas especies en peligro de extinción sean animales como el armiño, el visón o la tortuga carey que poco o nada tienen que ver con nuestra subsistencia?

Triste ha sido la coincidencia de que en el año de la biodiversidad se haya extinguido uno de los escritores que más y mejor ha escrito y descrito nuestra naturaleza y que ha reflexionado en muchas ocasiones sobre nuestro papel en ella; me refiero, cómo no, a Miguel Delibes , de quien me van a permitir que tome prestado el final de su discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua en 1975:

"Si la aventura del progreso, tal como hasta el día de hoy la hemos entendido, ha de traducirse inexorablemente, en un aumento de la violencia y de la incomunicación, de la autocracia y la desconfianza; de la injusticia y la prostitución de la Naturaleza; del sentimiento competitivo y del refinamiento de la tortura; de la explotación del hombre por el hombre y la exaltación del dinero, en ese caso, yo gritaría ahora mismo, con el protagonista de una conocida canción americana: !Que paren la Tierra, quiero apearme!".

Y yo con usted, don Miguel.