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WLwa jubilación de decenas de especialistas y la intención de abrir un debate sobre los problemas larvados del sistema sanitario han hecho aflorar la falta de médicos con la titulación necesaria para ejercer en la sanidad pública española. En los últimos años, la llegada masiva de inmigrantes, con o sin papeles, y el envejecimiento de la población no se han visto correspondidos por un aumento proporcional de los servicios sociales y sanitarios.

Mientras hay miles de licenciados en paro y faltan especialistas, el Ministerio de Sanidad no amplía el número de plazas del sistema MIR, la única vía de formación, que sigue estando administrada de forma centralizada. Las consecuencias son graves: exceso de pacientes para cada médico de familia, listas de espera con duración inmoral y saturación de las urgencias, donde los residentes de primer año han de asumir responsabilidades excesivas. A pesar de ello, un informe médico sitúa a Extremadura como una de las regiones que mejor usa el sistema.

No se puede hablar de falta de previsión. Se trata de una degradación palpable del sistema sanitario público. La escasez presupuestaria aplicada durante toda la etapa del PP hacían perfectamente previsible esta crisis.