DECISIONES TARDÍAS

Sanidad bajo mínimos

Silvia Puerta

La sanidad española está bajo mínimos tras años de recortes. Ha quedado en evidencia cómo uno de los sistemas sanitarios más eficaces del mundo ha descendido hasta las profundidades y, así, ha encarado una pandemia mundial dejando las vergüenzas al aire, pero también un coraje y una profesionalidad dignas de admiración. Un elevado número de miembros del personal sanitario se ha contagiado de coronavirus y ha sufrido la falta de equipos de protección con consecuencias muy graves: perder su vida para salvar la de los demás. La sanidad española está como está y el Gobierno toma decisiones tarde y mal, no se recortarán del sueldo nada que pueda compensar el mal que han hecho. Podemos seguir aplaudiendo cada día aunque caiga en saco roto, como más os guste.

CRISIS SANITARIA

Cambiar nuestras prioridades

Araceli Palacios Alfonso

Zahínos

Me crié detrás del mostrador de madera, que antes fue de un represaliado de guerra, del comercio de mi padre. He despachado muchos años a mujeres de la posguerra después de la escuela. A viejitas que vieron morir de hambre y enfermedad a sus hermanos, a sus padres, a sus vecinos. Y recuerdo, en estos días, su mirada de terror cuando la estantería se vaciaba de azúcar, harina, café o garbanzos. Cada vez que se anunciaba algún tipo de huelga o revolución, ellas salían bien temprano a llenar las alacenas. En muchas casas, el arsenal de alimentos era tanto, que incluso debían poner una estantería en el doblao. Aquellas rebatiñas de azúcar o legumbres en momentos conflictivos eran tremendas. A tanto llegaban, que incluso había que racionar los kilos por persona. Y yo, con mis pocos años me reía cuando veía la desesperación en sus ojos. Ahora no me río. Ahora vuelvo la vista atrás y las admiro profundamente. Aquellas mujeres valientes eran las supervivientes de un conflicto mucho peor del que estamos viviendo. Aquellas mujeres valientes compraban con mucha más inteligencia de lo que nosotras lo hacemos. Y tenían a sus mayores en un pedestal. Nunca se les pasó por la cabeza meterlos en una residencia. Ellas aprendieron, en aquellos años de hambruna y miseria, lecciones que no enseñan en ninguna universidad. Ellas aprendieron a valorar un plato lleno, una cama limpia, unos zapatos nuevos, una familia unida. Quizás este virus haya llegado en el momento preciso para que nosotras, que íbamos de sobradas, hagamos autoexamen y cambiemos el orden de las prioridades. Para que aprendamos que saber vivir no es beberse de la vida ahogándonos con ella. Que los viejos no se arrinconan en asilos. Que los niños son sabios de medio metro. Y que el papel higiénico no se come.

NEOLIBERALISMO

La UE protege a la banca

Ángel Morillo Triviño

Castuera

He leído que la banca gana una nueva batalla en torno al IRPH y que provisiona casi 4.000 millones de euros para «hundir» sus beneficios. Respecto a mi primera lectura, está muy claro: ya la UE había dictaminado -al igual que en otras ocasiones- que lo del IRPH deberían solventarlo los jueces españoles, con lo que la cosa estaba más que clara, y esa primera sentencia -que no es la primera, pues servidor ya tiene una de hace unos años, cuatro si mal no recuerdo- sólo hace refrendar la posición neoliberal tanto de unos como de otros. Se veía venir -tontería es darle vueltas al tango- como el neoliberalismo sigue sojuzgando en el mundo occidental, y ya vamos por más de ¡60.000 millones de euros! que la ciudadanía ha perdido en beneficio de la banca gracias a la UE. No está nada mal. Respecto a la segunda lectura, sólo se me ocurre que la banca se está poniendo el parche antes de que le salga el grano por si acaso se le ocurre a este gobierno tomar una simple medida de izquierda y le coloca un impuesto -que no sería cosa del otro mundo, obviamente- y les «trastoca» los beneficios de la Deuda Pública (su próxima amasadura de intereses por el covid-19), por decir una de sus múltiples especulaciones, además del IRPH, claro.