Escritor

A Bush se ve que se le ha calentado la lengua y no para en barras. Ante el Congreso ha tirado la casa por la ventana, y uno de sus objetivos es el de mantener la santidad del matrimonio , y no vean cómo se ha puesto Alvarez Cascos, y sobre todo, todos los asesinos que esperan el momento adecuado para sacar el cuchillo del armario. Y así ha pasado que la familia del presunto de Almendralejo, después de escuchar a Bush, ha pedido un respeto y un poco de cuidado con lo que se dice y se escribe sobre el presunto crimen. Y es que por amor todo es distinto, como nos lo tiene pedido Cascos. Pero la santidad en el matrimonio es lo que más me preocupa en estos momentos, porque es lo que le faltaba al matrimonio, que además de juntarte con otro o con otra, la cuestión es cómo llegar a la santidad, que ya la inició aquí con Franco el padre Peyton con el rosario en familia, adonde sobretodo iban las familias numerosas: el matrimonio por delante, y por detrás el resultado de la santidad. Y todos rezando el rosario.

Lo peor sigue siendo la cantidad de locos que se pasan el día tratando de corregir los errores de Dios. Porque Dios jamás, a través de Jesús ni de nadie, ha recomendado la santidad, que es una pretensión puramente humana. Jesús ya se lo advirtió a Pedro: antes de que cante tres veces el gallo, otras tres me negarás. Pero a pesar de eso, dijo también lo de eres piedra y sobre esa piedra levantaré mi iglesia. Y ya después el que más y el que menos trata de arreglar el panorama según sus gustos. De lo que no ha dicho Bush ni media palabra es de los 500 soldados muertos, que no van a alcanzar la santidad y menos los solteros. Pero es porque no se le ha ocurrido, porque cuesta bien poco asegurar también que son todos santos.

El que ha puesto una pica en Flandes es el padre de Julio Iglesias, que con 90 años ha dejado preñada a la criada. Eso sí que es rrarrorrarrorrarro ...