El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz , reclamó ayer acertadamente en Barcelona que el debate soberanista no centre en ningún caso la campaña para las elecciones europeas del año 2014. La consulta tendrá lugar aún bajo los efectos de la crisis económica y de una creciente desafección ciudadana --en el caso de los eurocomicios casi endémica-- por lo que está en juego el futuro del modelo de la Unión Europea tal como está concebido.

En palabras de Schulz, cuestiones prioritarias como el desempleo juvenil y las políticas contra la crisis. Son palabras a tener en cuenta porque el actual presidente del Parlamento Europeo es desde ayer en firme el candidato socialista a la presidencia de la Comisión Europea. El sustituto de José Manuel Durao Barroso si la familia socialista gana las elecciones del 2014. Es importante, pues, que un candidato a ocupar un lugar clave en la Unión Europea proponga atemperar los rigores que desde su país, Alemania, se imponen al resto de la UE cuando, además, se hilvana la coalición entre su partido (SPD) y Angela Merkel .

El candidato volvió a explicar durante su paso por España que la esencia socialdemócrata para dar continuidad a Europa pasa por acometer el paro juvenil. Las preguntas de los asistentes estuvieron marcadas por esta circunstancia adversa que los ha llevado o los llevará a emigrar. Del empeño que pongan en resolver esta problemática los políticos la campaña europea resultara la complicidad de los jóvenes o su ruptura con una Europa paralizada.

Así pues, Schulz desplegó en Barcelona, en su tercera visita oficial como presidente la Cámara de Estrasburgo, aquello que tanto necesita la UE: proximidad y contacto con la ciudadanía. Es el reflejo de su trayectoria política: alcalde y eurodiputado antes de los 40 años, política desde la cercanía y lucha para dar peso a la única institución europea elegida por sufragio universal.

Pero su prioridad ahora es, sin duda, convencer a los quinientos millones largos de ciudadanos de la Unión Europea de que en el 2014 Europa se la juega y de que son necesarias mayorías para culminar la tarea de padres de Europa, alemanes igual que él, como Konrad Adenauer o Walter Hallstein , el primer presidente de la Comisión.