XDxecía Woody Allen que las mujeres se dividían en dos grandes grupos, dos conjuntos que no tenían elementos comunes, dos conjuntos disjuntos. Estos grupos eran el de las mujeres que le gustaban a él y el grupo de mujeres que se sentían atraídas hacia él. Esta deducción fue fruto de la observación del entorno, de un entorno que puede ser alterado o manipulado, y así es como para nuestro presidente Ibarra existen dos grandes grupos de extremeños, los socialistas y los otros, los que están con el padre y los que no. A los uno todo, a los otros nada. A unos manda y ordena, a otros ignora y castiga. Y todos sabemos que esto siempre acarrea perjuicios e injusticias. Se queja nuestro padre de que los jóvenes extremeños cualificados tienden a irse de esta comunidad cuando acaban sus estudios, y digo yo, como para no irse, gracias al señor Ibarra Extremadura sigue siendo la última de las últimas, en nuestra comunidad existe intolerancia e injusticia institucional. Lo primero, hacia los ciudadanos que creemos que existen otras formas de hacer las cosas. Lo segundo, hacia los ciudadanos que podrían beneficiarse de las distintas infraestructuras.

Se acuerdan ustedes que desde Plasencia se creó y se apoyó la ahora inexistente plataforma ciudadana para la construcción de la Autovía de la Plata (A-66). Se manipuló a los ciudadanos porque nunca pensaron que se iniciaran las obras tan rápidamente como se hicieron, pero para su sorpresa y dolor las obras comenzaron en la primera legislatura del Gobierno del PP. Estas obras tenían un ritmo más que aceptable hasta la llegada de ZP y en la actualidad están abandonadas por que se han llevado las máquinas, en dos de sus tramos, el de Aldea del Cano - Límite de provincia con Badajoz y en el norte, el tramo Villar de Plasencia - Aldeanueva del Camino.

Al mencionar anteriormente la injusticia me estaba refiriendo tanto a los truncados planes de construcción de referida obra, como a la llegada del AVE, si no fuese por los portugueses, Extremadura no tendría un AVE de 1.º, pues el bonachón de Ibarra, tras su reunión con la ministra, se conformó con uno de 2.º, como los trenes que nos han puesto ahora, que son trenes de segunda mano, los que no les sirven a los andaluces.

Molestó mucho que fueran los del Partido Popular los que consiguieran estas obras para los extremeños, y los socialistas no lo han superado todavía, les dolió tanto que no podían descansar viendo como las obras continuaban y como se iban terminando los distintos tramos. Les dolió porque no pueden reconocer que los populares hicieron algunas cosas bien. Les duele tanto, que aún hoy no ponen en funcionamiento el tramo terminado. Les duele tanto que permiten que dos tramos de esta provincia estén a medias, paralizados y abandonados. Les duele tanto que permiten que haya extremeños perjudicados, incluso algunos de los que les votaron. Y ahora, incomprensiblemente sus votantes no salen a las calles, junto a actores contratados, no se organizan en plataformas ciudadanas, aguantan estoicamente aunque les corten el desarrollo de su pueblo. Están cometiendo la torpeza de desprestigiar el progreso provincial.

Ante esta injusticia el señor Ibarra no reclama a Madrid ¿Qué motivos tendrá para callar? Sabemos que son proyectos del PP, pero las obras del AVE del noroeste español son visitadas por la ministra y reciben todo el apoyo de ZP, luego ese argumento no vale fuera de Extremadura.

A nuestro padre le aburre ya la política autonómica, es incapaz de reclamar a Madrid y no por falta de legitimación y justicia, sino por falta de fuerza. A nuestro padre lo que le pone es vocear de catalanes y vascos con gran fogonazo lingüístico, con estrépito y fragorosa fuerza. Luego toda España exclama Las cosas de Ibarra , mientras tanto nuestra región está cada vez más deprimida y aislada.

Ibarra se cree el exponente de la conciencia universal tomando a pitorreo los llamamientos bienintencionados provenientes del pueblo y por qué no, también de la oposición.

*Secretario Medios de Comunicación del Partido Popular