TUtn día alguien de la pandilla se compra la thermomix. Y eso no se queda ahí porque a los pocos días se celebra el cumpleaños de Mariqui. Mientras las demás se presentan con unos cuchillos para la mantequilla comprados en Pirámide, ella y su tarta de manzana magníficamente adornada causan sensación. "Pero cómo te has molestado. Y el tiempo que te habrá llevado" ¿Tiempo? Diez minutos. Eso si que no se puede creer. "Es que la he hecho en la thermomix". ¿Dónde?. "Un aparato que le echas los ingredientes y te sale la tarta mientras tu ves Aquí hay tomate ". De inmediato los respectivos esposos escuchan: "Marido, me voy a comprar el aparato ese". ¡Otro cacharro más! "Y hace unas cremas...". Pero si no podemos comer tartas ni cremas por lo del colesterol. No haya duelos. "Es que también hace puré".

El martes celebran una reunión en su casa a la que asiste la vendedora. El miércoles está la máquina en tu casa.

Puesto que los usuarios del cacharro este son una secta, antes de comenzar a cocinar deben leerse un libro. El viejo se titulaba Nuevo amanecer y el último nada menos que La revolución en la cocina . Es imprescindible asistir a reuniones periódicas. Luego resulta que no basta con echar las patatas o el pescado tal cual vienen de la compra, es necesario pelarlos y limpiarlos antes. En esto, como en informática, los adelantos no paran y las thermomix de hace dos años están obsoletas. En la nueva aprietas un botón y ella solita se encarga de llamar a la pescadería e introducir en el aparato los elementos necesarios para hacer una crema de besugo con rape, higos y altramuces. Aunque las tartas no salen adornadas desgraciadamente. Por ahora.

*Profesor