Los nacionalistas ya tienen su regalito, el Gobierno de Zapatero dio su brazo a torcer y- ¡hale hop! Ya tenemos la publicación de las balanzas de la discordia que tantos ríos de tinta hicieron y están haciendo correr. La publicación de las dichosas balanzas fiscales es un hecho, ahí están para bien o para mal.

El problema es utilizarlas para la confrontación, pese a que no son un elemento concluyente que marque el paso en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, al que se suma la tempestad desatada por la crisis económica que atraviesa España y que debería ser un elemento de solidaridad unánime y sin precedentes entre todas las comunidades autónomas porque la situación lo requiere.

Pero en esta cuestión como en tantas otras sabemos que los nacionalismos están a tetas y a sopas . Y como no dan puntada sin hilo, Montilla ya afila el cuchillo para cortar un buen trozo del pastel de la financiación autonómica. Aunque poco o nada parece importarles la crisis. Eso lo dejan para papá Estado. Habría que preguntarse si también será papá Estado el que reflote la deuda de las comunidades autónomas. Aunque papá esté para pocas bromas.

Según el Banco de España, la deuda de las autonomías alcanza en el primer semestre del año los 60.743 millones, esto supone el aumento del 5% respecto al año anterior. Por su parte, las corporaciones locales --¿alguien se acuerda de ellas?-- arrojaron una deuda de 29.461 millones de euros en el primer trimestre del año, un aumento del 1,8% sobre el mismo periodo del ejercicio precedente.

Visto el panorama, hay otro detalle que sumar: PSOE y PP consensuaron una proposición no de ley aprobada en el Parlamento autonómico de Extremadura instando a la Junta a que solicitara al Gobierno de España la no publicación de ningún estudio sobre balanzas fiscales ¿De qué ha servido ese acuerdo?

¿Y cómo ha gestionado Fernández Vara , el mandato de la Asamblea, cómo ha ejercido su autoridad ante Zapatero? Una cuestión que debería tener una detallada explicación por parte del jefe del Ejecutivo extremeño en el seno de Asamblea. Porque el presidente de la Junta de Extremadura es políticamente responsable ante la Asamblea. Así son los hechos, señor presidente, aunque siempre habrá quien se refugie en la trinchera de la interpretación.