Señor alcalde: por la política reacia que tiene su partido con el hecho religioso, aunque la ministra de Cultura muestra su incoherencia llevando a sus hijas a colegios católicos, no se entiende implantar el budismo en nuestra ciudad, a no ser que haya algún convenio de inversión en el Nepal y de contrapartida el templo, ustedes lo camuflen por el derecho constitucional de la libertad religiosa.

Dentro de la fenomenología de la religión, se atribuye la protección de la ciudad a una divinidad y en el caso del catolicismo la protección de Cáceres es atribuida a San Jorge y a la Virgen María bajo la advocación de la Montaña, por decreto del consistorio municipal de sus diferentes épocas. Colocar la imagen de Buda como protector de la ciudad, así lo entiende la Comunidad Budista, es atentar contra los sentimientos religiosos de muchos cacereños que acuden con devoción a la fiesta de sus patronos y en especial de la Virgen de la Montaña.

Con relación a los patronos católicos de Cáceres, me quedaría con una escultura de la Virgen de la Montaña que tanta veneración tienen los musulmanes como la madre del Profeta y los católicos como la Madre de Dios; excluyo a San Jorge por la interpretación histórica de la leyenda haciendo relectura de la reconquista de Cáceres dando al santo el simbolismo de cristianos y al dragón el simbolismo de «los vencidos». Se tendría que hacer una consulta al Pueblo para ver si quieren que quede la Cruz o en su lugar haya un Buda o un San Jorge o una Virgen de la Montaña. ya que ustedes tienen que respetar los sentimientos religiosos de un Pueblo y poner algo que los identifique.