El pasado jueves la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, anunció que el ritmo de contagio previsto de la gripe A será de 15.000 casos semanales, tasa relativamente baja con respecto a otros países europeos. Me pregunto: ¿cómo lo calcula? Soy médico y trabajo en la sanidad pública. Tenemos un protocolo a seguir en caso de que un niño o adulto llegue con síntomas de gripe A: fiebre mayor de 38º, dolor de cabeza, tos, mocos y dolor de garganta. Es entonces cuando hemos de considerarlo como sospechoso de tener la gripe A, por lo que debemos colocarnos la mascarilla, así como al paciente y a los acompañantes y recomendarles una serie de medidas de prevención de contagio. Sin embargo, se van a casa sin saber si tiene o no la enfermedad. En el caso de los niños este proceso puede repetirse entre cinco y 10 veces durante el otoño, sin que nadie le diagnostique la enfermedad. Pero en diciembre, cuando la vacuna esté disponible, es posible que se le vacune contra la gripe A sin saber si la ha pasado o no, con el problema que ello conlleva tanto a nivel sanitario como económico. También en las escuelas tras tres o cuatro casos de gripe A se enviará a casa a toda la clase. Pero ¿será diagnóstico de gripe A o de sospecha de gripe A sin diagnóstico? Por último, ¿cómo sabe la ministra el ritmo de contagios si la mayoría de la población enferma con un cuadro gripal no es diagnosticada? Debería facilitarnos pruebas diagnósticas de gripe A a nivel ambulatorio para así hacer las cosas con rigor, saber con la mayor exactitud el ritmo de contagio, la incidencia, saber a quién vacunar o no, etcétera. Seamos serios, por favor, y se lo agradeceremos.

Antonio Méndez Jiménez **

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