WDwesde hace unas semanas, el Servicio Extremeño de Salud (SES) discute con el Gobierno portugués la posibilidad de que el complejo hospitalario Infanta Cristina atienda a pacientes del Alentejo. Lo que se sabe hasta ahora es que el hospital Materno podría atender alrededor de 2.000 partos al año de mujeres portuguesas, así como otros servicios que se prestan en el Infanta Cristina. El acuerdo allegaría nuevos fondos al SES que los invertiría en la apertura de servicios y en la adquisición de tecnología punta. El último dato respecto de este asunto es el pronunciamiento de los médicos, que no apoyan que la institución sanitaria extremeña asuma la atención de ciudadanos alentejanos. Alegan los médicos que supondría un deterioro de la calidad asistencial. "Nosotros tenemos problemas atendiendo a nuestra población. Aumentarían si aumentara la población". Esta idea podría resumir la posición de los facultativos. Un acuerdo como el que se pretende es complejo y, en cualquiera de las hipótesis, no podría suponer disminución del nivel asistencial que tienen los extremeños, como, por otra parte, ha señalado el consejero Fernández Vara . Pero oponerse antes de conocer los términos del compromiso es una actitud propia de que la posición corporativa se antepone a la asistencial.