Médico

A diario durante las dos últimas semanas, el señor gerente del Servicio Extremeño de Salud (SES), junto a los distintos cargos directivos de las áreas de salud nos depara con una rueda de prensa, de la que se hacen eco los medios de comunicación locales, regionales y agencias que distribuyen la información a la prensa médica especializada.

Nada que objetar a una campaña de marketing, donde se venden las excelencias del reciente creado servicio sanitario extremeño y de cuyas excelencias antes y ahora --esperemos que en el futuro incluso éstas puedan mejorar-- todos los ciudadanos de la comunidad nos congratulamos.

Es difícil poder comparar datos asistenciales, inversiones, etcétera, cuando todos éstos se proporcionan de la forma como hoy se hace. Esperemos que pronto, la reciente creada revista del Servicio Extremeño de Salud por ejemplo, nos proporcione esa oportunidad.

Bien es cierto que en todas estas comparencias públicas siempre surgen unas ideas básicas y, sobre todo, machaconas, la disminución de las listas de espera, el aumento de actividad y la disminución de centros propios la actividad en clínicas concertadas. Sin duda alguna, lo correcto cuando se presume de buena gestión.

Sin embargo, algunos matices se me ocurren destacar cuando se presentan los datos del Area de Salud de Cáceres: da la impresión por las fotos que se publican, que el rictus del señor gerente está menos distendido que en otras ocasiones, sus palabras no expresan con tanta claridad la disminución de las listas de espera y aunque hay un aumento asistencial, no parece que otros índices asistenciales hayan mejorado.

Es evidente que un hospital en obras, como ocurre en Cáceres, presenta grandes dificultades, más cuando a lo largo de casi un año, el autoconcierto (dicho vulgarmente peonadas) no ha existido hasta el último trimestre. No es de extrañar por tanto el importante aumento de actividad mediante el denominado autoconcierto en los centros hospitalarios de Badajoz, cuando muchos paciente de Cáceres han debido desplazarse allá para ser intervenidos (en las especialidades de cirugía, traumatología, ginecología), cuando dichas patologías se han hecho siempre en los centros cacereños.

¿Por qué los enfermos del área de salud de Cáceres se desplazan en autobús a clínicas privadas y concertadas de Mérida para ser intervenidos de cataratas o se les llama durante las fechas navideñas para ser intervenidos quirúrgicamente en clínicas privadas situadas en la capital pacense y caso de no acudir salen de la lista de espera?

Hace unos días, la ASDSP hacía públicos unos datos sobre demoras y aunque en mi opinión faltaban especialidades como vascular y alergias, que bien podían modificar al alza la demora media por áreas, viene a confirmar la impresión que nos da el área de Cáceres. Mala de solemnidad.

En este caso, ¿se pedirán las responsabilidades correspondientes o esperarán hasta mayo?