WLwos adolescentes se enteran de las consecuencias de practicar el sexo a través de muchas vías, pero en pocas ocasiones por medio de sus padres. En una encuesta patrocinada por el Ministerio de Sanidad y promovida por la Sociedad de Contracepción se recoge un dato preocupante: sólo un 14% de los jóvenes son informados del uso de anticonceptivos por sus padres (preferentemente la madre). La mayoría de los encuestados (52%) conocen los métodos de contracepción básicos por los compañeros de aula al salir de clase o consultando al médico. Y eso cuando sólo la mitad de los chicos y chicas de 16-17 años que ya se han iniciado en el sexo reconocen haber utilizado preservativos o píldoras. La estadística refleja las fatales consecuencias: la mitad de los embarazos no deseados de adolescentes acaban en aborto.

Estamos ante una asignatura pendiente que no sólo se tiene que aprender en la escuela, sino especialmente en casa. Hablar de sexualidad con los hijos continúa siendo tabú en las familias españolas. Las tradicionales confidencias de madres a hijas, netamente preventivas desde hace años, no se han sustituido por un diálogo abierto y natural entre padres e hijos sobre todo lo que afecta a la sexualidad.