Hemos llegado a esta situación por caminos tortuosos y en algún caso muy desagradables. El caso es que la respuesta social a las agresiones machistas, los sucesivos casos de justicia manifiestamente patriarcal y la última eclosión feminista, con el 8-M de por medio, han generado un nuevo debate sobre el sexo; o sea sobre el folleteo. El Dobladillo, suplemento en papel de la estupenda publicación digital CTXT, ha sacado un número titulado, así sin más disimulos, «Hablemos de follar»... desde una perspectiva progresista y feminista. Se lo recomiendo. El mejor artículo, desde mi punto de vista, el de Loola Pérez. Sus opiniones podrían ser, con perdón, las mías.

La defensa de la igualdad y la paridad entre los géneros, el radical repudio a sentencias que revictimizan a mujeres agredidas sexualmente y las sugerencias sobre posibles cambios en el Código Penal para definir mejor el «no es no» o más bien el «si no es sí, es no» han provocado en las gentes de orden una curiosa respuesta: han mutado su tradicional puritanismo por una especie de súbita reivindicación del amor libre, del aquí te pillo y ¡plas!. Mientras, algunas feministas radicales se sitúan al otro lado, denunciando la revolución sexual de los Sesenta-Setenta (que aquí llegó en los Ochenta) como una victoria de los hombres heteros, que hicieron realidad sus promiscuas ansias. Este cruce de contradicciones ideológicas ha provocado otra alteración en los contenidos de los habituales packs argumentales de la derecha y la izquierda.

Además, en este tema cada cual cuenta la feria según le va. No hace mucho, el ultraconservador Arcadi Espada, en su columna de El Mundo, se preguntaba «qué pensaría la vicepresidenta Calvo» (a la que llamaba «obscena criatura reaccionaria») de las mujeres «que gritan desaforadamente no, no, no, porque ese es el modo con el que (...) sacan mayor placer del sí». ¿Ven? Una experiencia compleja, la de Arcadi. En cambio a servidor, humilde plumífero provinciano, en similar situación me suelen susurrar «sí, sí, sííí». Menos morbosillo, pero más claro.

* Periodista