La entrevista al presidente del Gobierno tras conocerse la repetición de elecciones se recordará únicamente por lo que dijo sobre la coalición imposible con el partido de Pablo Iglesias para formar gobierno. Y lo que dijo es que «no dormiría tranquilo» si hubiera tenido que aceptar como ministros a miembros del entorno de Iglesias. Solo eso se recordará: que no dormiría tranquilo. Durante la entrevista, el presidente habló de los impuestos, de las pensiones, de Cataluña, de la desaceleración económica, del Brexit, incluso de Íñigo Errejón… Sin embargo, nada de eso tuvo tanto interés mediático y político como su frase: «no dormiría tranquilo».

Es lo de Jules Renard: «Si en una frase aparece la palabra ‘culo’, el público, por más sublime que sea la frase, no entenderá más que esa palabra». En efecto: por interesante que fuera lo que dijo el presidente sobre otros asuntos, lo único que se entendió es ese «no dormiría tranquilo». Lo más comentado. Pero no solo el presidente no dormiría tranquilo, sino «tampoco el 95 por ciento de los ciudadanos, entre ellos votantes de Podemos», según dijo. Bien. Podrá haber dudas sobre cómo dormirían -o si dormirían- esos votantes de Podemos a quienes el presidente endilgó su mismo problema de sueño, pero no hay dudas sobre cómo dormirían -o sobre cómo van a dormir, mejor- los empresarios, pues lo aclaró el presidente del Círculo de Empresarios, John de Zulueta: «Los empresarios van a dormir más tranquilos porque el efecto de Podemos sobre la economía iba a ser devastador».

Por lo demás, Pablo Casado aprovechó que en Navarra gobiernan los socialistas para convertir la abstención de Bildu en un pacto: «Yo no dormiría tranquilo si hubiera pactado con Bildu». Y la alcaldesa Ada Colau le recordó al presidente que ella gobierna el ayuntamiento de Barcelona con el PSC: «Si tengo problemas de sueño no es por pactar con los socialistas». Y el partido de Albert Rivera le preguntó burlonamente por 11 preocupaciones que parecían no quitarle el sueño. Y así, uno tras otro, hasta llegar a Iglesias: «Si no puede dormir, que cambie de colchón».

En fin, a todos se les apareció en la entrevista la palabra «culo».

* Funcionario