Es imposible no estar tristes con la final del Europeo de baloncesto y el resultado de la misma, pero yo sinceramente al minuto estaba igual de orgulloso de estos muchachos de nuestra selección. Vamos, como si hubieran ganado, sin duda. El color del metal muchas veces no importa, hay cosas más importantes.

Enhorabuena a Rusia, digno ganador en el último partido.

Todo estaba en su contra, pero han soportado tanta presión y de ahí mis felicitaciones, y qué decir de su comportamiento, ¿no se acuerdan de uno de sus jugadores, Kirilenko, consolando a Gasol, una vez terminado el partido?

De Pepu, qué hablar: gran entrenador y sobre todo persona. Pero de verdad una pega, nunca una crítica: creo que se ha pasado con la presencia en la cancha de uno de los mejores, si no el mejor jugador del mundo, como es Pau Gasol. Debería haberle dado algo de descanso. Las imágenes del gran jugador en los momentos finales estaban muy claras, se encontraba reventado. No se le podía exigir más. Por último sinceramente, gracias a todo este impresionante grupo de personas que nos han hecho disfrutar de un gran deporte no como otros. Y lo bueno es que parece que hay para largo.

Federico J. Marín **

Jerez de los Caballeros