XExl Protocolo de Kioto, compromiso ratificado en el Parlamento español en 2002, tiene por objetivos reducir las emisiones de gases efecto invernadero de origen humano, causantes del actual calentamiento global. Se trata de una oportunidad histórica, como muy bien ha reconocido la ministra Cristina Narbona: "La oportunidad para no seguir posponiendo una asignatura pendiente: La eficiencia y el ahorro energético".

En España no se parte de una situación holgada para que antes del año 2012, podamos no superar el 12% de emisiones con respecto al año 1990, porcentaje a no superar, pero que hoy ya se encuentra tres veces superado.

Con respecto a la situación en Extremadura, se sitúa entre las peores de todas las comunidades autónomas según todos los informes publicados hasta el momento. Sus emisiones han aumentado más del 50%, el triple de lo permitido en el protocolo, y muy superior al crecimiento medio de España. La agricultura y la ganadería representan casi la mitad de la emisiones en dióxido de carbono equivalente, siendo el transporte el responsable del 27% del total y el de los residuos apenas un 6%. Extremadura sigue siendo, en cuanto al mapa español de energías sucias y renovables, una de las primeras donde se produce más energía sucia en relación con el consumo por unidad de habitante. La aportación de las dos centrales nucleares de Almaraz y el nulo desarrollo de las renovables son su principal causa.

Sin embargo, para Adenex, la oportunidad de cumplir Kioto, también en Extremadura, es fundamental si no quiere quedarse atrás en cuanto a la nueva revolución tecnológica que se avecina, apoyada fundamentalmente en proyectos de eficiencia energética, y de uso e instalación de energías renovables. Pero, o mucho cambian las cosas o el giro que están tomando las nuevas iniciativas empresariales de la región nos pueden llevar a una época que el propio Protocolo de Kioto quiere dejar atrás.

Pero si hacemos caso de los nuevos proyectos industriales el futuro que escogemos va dirigido a: Aumentar la producción siderúrgica, crear una nueva cementera, abrir minas a cielo abierto de níquel, asumir un macro embalse, aceptar como única opción de transporte público el Ave, admitir nuevas centrales térmicas sin tener una fecha de cierre para los dos grupos atómicos de Almaraz, y por último, el proyecto estrella, el que de verdad nos sacará de nuestra escasa aportación al PIB nacional, la nueva refinería tierras adentro.

Así que con este panorama industrial regional, de desarrollo y crecimiento industrial, se está poniendo muy difícil, desde Extremadura, el ayudar a cumplir los compromisos adquiridos a nivel estatal. Se está en la creencia que todo vale, y de que en todo caso se van a poder comprar derechos de emisión para sacar adelante determinados proyectos contaminantes, pero el Protocolo de Kioto implica reducción y no aumento.

Para Adenex, precisamente esas condiciones actuales de nuestra región, condiciones preindustriales, la sitúan en el mejor momento de asumir el futuro con proyectos que no tengan nada que ver con el despilfarro, la contaminación y el uso de los combustibles fósiles. Por eso defendemos que las políticas regionales y los proyectos de planificación energética para Extremadura deben apostar por la eficiencia energética y las energías renovables, y esto no debe dejarse para más tarde. Por esto decimos, sí al protocolo de Kioto, también en Extremadura, pensando en las oportunidades que para la región tiene la introducción de nuevas tecnologías basadas en nuevas fuentes de energía, incluido el ahorro energético.

*Coordinador del Grupo de Trabajode Energía y presidente de Adenex