El domingo volvimos a las calles. Niños paseando, padres riendo, gente jugando a fútbol, familias completas disfrutando del sol... Aparentemente, todo maravilloso, como si nada hubiese pasado. Yo no salí, todo esto lo sé porque ya se han encargado los carceleros de los balcones de filmarlo y presentarlo al público. Evidentemente, después de ver esas imágenes saco dos conclusiones y una pregunta: no tenemos miedo y no tenemos conciencia de la situación a la que nos ha conducido esta pandemia. Y me pregunto ¿por qué? ¿No será que no hemos tomado conciencia porque no interesa? ¿No será que llevamos un mes y medio viendo imágenes de fiestas en los balcones, de sanitarios bailando, de ruedas de prensa donde desde la dirección del país nos dicen que lo estamos haciendo muy bien, que somos pioneros, que tenemos que seguir así, que entre todos podemos (valga la redundancia), como si de un partido de la selección se tratase, donde solo nos enseñan lo mal que lo hacen en otros países en vez de enseñarnos lo infinitamente mejor que lo están haciendo muchos otros, lo bien que les está yendo (dentro de la gravedad) a los que respetan el distanciamiento entre personas?

Si no nos enseñan nuestras miserias, nuestros fallecidos, nuestros entierros sin gente, nuestros sanitarios exhaustos y sin medidas de protección, los datos reales de fallecidos contando residencias, domicilios y otros centros no hospitalarios -ellos también son personas-; mientras los que gobiernan solo se preocupen de mantener su asiento y los que se oponen solo se preocupen de sustraer el citado, la gente seguirá sin tenerle respeto a esta enfermedad, y sin eso jamás podremos erradicarla y volveremos a la opresión de nuestras viviendas, salvo los que la hayan perdido.

Covid-19

Más que aplausos

Marta Constanza

Enfermera jubilada

La pandemia del covid-19 ha servido para que la sociedad se dé cuenta de la importancia de la sanidad. También ha servido para reconocer a todos los profesionales sanitarios, desde el celador a las enfermeras y médicos, auxiliares y personal de la limpieza. Yo soy enfermera jubilada. He vivido los recortes sanitarios. He visto cómo nuestros sueldos fueron recortados. Pagas extras suprimidas, vacaciones reducidas, descuentos por baja de enfermedad y reducción de personal. Recortes que en su momento aprobaron la mayoría de políticos de diferentes ideologías. Y ahora no puedo entender que estos políticos estén discutiendo sobre el cobro o no de sus dietas y no piensen en la situación económica de los profesionales sanitarios: en un aumento del sueldo, pagas dobles y días de vacaciones extra; en proporcionar escuelas o centros donde dejar a sus hijos cuando trabajan (como ya ocurre en Francia y Reino Unido); y en disponer de hoteles donde descansar y no preocuparse de contagiar a sus familiares. Me duele ver a mis compañeros y compañeras en primera línea, agotados física, intelectual y emocionalmente. Pero me duele mucho más ver cómo se empiezan a ver reacciones en contra de profesionales por miedo al contagio. La sociedad olvida pronto. Necesitan más que buenas palabras, aplausos y ser considerados héroes. Necesitan compensación económica.

PANDEMIA

Tests en el fútbol

David de Jesús Cobo

Aficionado

Después de todo lo que estamos pasando como consecuencia de este maldito virus, y lo que están sufriendo sobre todo ancianos y toda la sociedad en general por no tener los test para detectarlo, ahora resulta que los futbolistas podrían tener estos test para así terminar la Liga. Soy aficionado al fútbol de toda la vida, me gusta este deporte, pero ya digo de antemano que como esto suceda renegaré del fútbol de élite para siempre. Y espero mucha más gente sienta lo mismo. No hay derecho a que esta gente, a los que no les falta de nada tanto económica como socialmente, tengan estos privilegios cuando personal sanitario está falto de un material necesario para poder hacer su trabajo en favor nuestro.