Acabo de regresar de una visita de seguimiento de los proyectos que la Fundación Sida y Sociedad tiene en uno de los países más bellos y con los peores índices de pobreza y violencia de América Central. Una de las reuniones en las que participé era con los principales donantes y ejecutores internacionales y nacionales que actúan en el país en el ámbito del VIH / sida. En sus palabras de bienvenida, el doctor Hernández (nombre ficticio), director de la oficina de una de las agencias internacionales del sector, dijo que circulaban rumores de que el Fondo Global para la Lucha contra la Tuberculosis, el Sida y la Malaria (GF) había anunciado una reducción de sus fondos. Muchos de nosotros esa noche ya habíamos visto la noticia en la red, incluyendo la nota de prensa al respecto de Médicos sin Fronteras. La reunión trató del progreso de los indicadores que las agencias internacionales tienen para evaluar el uso de las millonarias partidas presupuestarias que están dedicando a la prevención y control de la epidemia en la región. Estamos a finales de año y todas tienen prisa por justificar su ejecución. Curiosamente, sin embargo, a la reunión no asistió ningún representante del Ministerio de Salud local, uno de los principales receptores de las ayudas del GF.

XLA CANTIDADx de dinero que manejan el GF y otros organismos como la Iniciativa Presidencial Americana (Pepfar) dejaría sin aliento a cualquier responsable de nuestras administraciones. Mucho de este dinero ha ido a parar al ministerio, pero también mucho se ejecuta a través de terceras organizaciones, que en el caso del Pepfar suelen ser entidades americanas. Los financiadores son extremadamente exigentes al supervisar el desarrollo de los proyectos, y para ello se han creado sofisticadas (y caras) estructuras y procesos para efectuar el seguimiento, hasta el punto de que algunas organizaciones pequeñas dedican más tiempo a dar respuesta a las rígidas metas que les marcan que a la ejecución del proyecto. En otros casos, unos pocos hospitales han recibido tantos recursos que han creado servicios y laboratorios de alto nivel que no tienen nada que ver con el resto del sistema sanitario local y se han convertido además en claros contrapoderes del propio ministerio. Finalmente, cuando los ejecutores son las grandes agencias internacionales suelen desarrollar proyectos con estándares de su país de origen, que hipotecan cualquier intento de hacer sostenibles los proyectos a medio plazo.

A mitad de la reunión, el doctor Hernández sacó una fotografía en color, típica de los años 70, del bolsillo derecho de la americana y pidió que circulara alrededor de la mesa para que constase que desde hace años siempre lleva el lacito rojo del sida, y así desmentir los rumores que habían circulado acerca de que él había apoyado la iniciativa de una oenegé local de sustituir en su logo el lacito rojo por otro símbolo.

El esfuerzo político y económico de estas iniciativas ha permitido que millones de personas accedan a antirretrovirales, pero no podemos ignorar ni los efectos secundarios que el actual modelo de ayuda está creando ni la dificultad de asegurar su viabilidad. De hecho, la confirmación de que el GF ha suprimido la undécima ronda de financiación es un indicador de que el actual esfuerzo puede no ser sostenible, especialmente teniendo en cuenta que los criterios de tratamiento, la población que los necesita y los costes seguirán aumentando.

Nuestro proyecto es un proyecto minúsculo en el contexto de la cooperación internacional en VIH / sida, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo y por agencias solidarias de Cataluña y de la ciudad de Barcelona. En cinco años se han abierto tres clínicas especializadas, con los correspondientes laboratorios, una red de programas comunitarios y una unidad de apoyo técnico para crear capacidad local en el manejo y análisis de información. Los proyectos mantienen los mismos estándares sanitarios locales, han tenido una excelente acogida por parte de los usuarios, se ha demostrado su efectividad al reducir la incidencia del VIH... y cuestan lo mismo que unos pocos de los talleres y reuniones que las grandes agencias hacen constantemente en los hoteles de lujo de la capital o una ínfima parte de los informes y documentos que todas las grandes agencias se están apresurando a distribuir este --como los anteriores-- 1 de diciembre.

Los indicadores del país más bello de la región han mejorado, pero a pesar de los millones de dólares circulantes, el 31% y el 70%, respectivamente, de pacientes y de madres infectadas no se pueden tratar. Esto confirma que además del discurso políticamente correcto y del dinero --mucho del cual suele ser usado por un pequeño círculo de organizaciones, profesionales o funcionarios-- es necesario que las intervenciones de salud pública estén basadas en el rigor científico y la equidad, y equidad en este caso también significa asegurarse de que las intervenciones son las que toca y que llegan a quien más lo necesita. A menudo, los más alejados de las grandes reuniones, festivales y medios de comunicación.

*Médico. Fundación Sida y Sociedad.