AManuel Rivas (El País ) le inspira el silencio que guardaron los constructores Bravo y Vázquez --calificados como "vanguardia del PC, Partido Constructivista"-- cuando comparecieron ante la Asamblea de Madrid por el caso Tamayo-Sáez. Sugiere que "los programas de enseñanza deberían incluir una Historia de los Grandes Silencios". Y los describe así: "Esos momentos clave en que se mueren las preguntas, las palabras pierden la memoria y las onomatopeyas se caen hacia dentro, engullidas por esa variante oprobiosa de la gravedad que es la ley del silencio". Por su parte, Rivas exige "un perito en silencios en la Asamblea de Madrid", con una capacidad: "Que tenga la inteligencia de demandar al declarante: ´¿Podría repetir más alto ese elocuente silencio?´".

El ángulo contrario lo aporta Juan Francisco Martín Seco en El Mundo, donde glosa la alta audiencia televisiva que ha generado la comisión de la Asamblea de Madrid. Sobre la degeneración del medio televisivo advierte: "El rosa se ha transformado en gris o marrón oscuro. El glamour se torna sordidez y obscenidad". Después comprueba que "Telemadrid ha dado un paso más y ha descubierto un filón: la aplicación de la telebasura a la política". Entre los protagonistas destaca a los balbases, seguidores de José Luis Balbás, expulsado del PSOE junto con Tamayo y Sáez. Los califica así: "Han estado siempre dispuestos a ser alquilados al mejor postor". Y retuerce: "Lo malo es que nunca les ha faltado comprador. Pero si se vendían dentro del PSOE, ¿por qué no lo iban a hacer a alguien del exterior?".