Hay que preguntarse por la manipulación de las cifras de muertos que Vox y el Partido Popular atribuyen al Gobierno. ¿Con qué propósito, la manipulación? ¿Para decir que España tiene menos muertos que otros países, compitiendo? ¿Para presentar a los ciudadanos cifras de tranquilidad, como si 50 o 100 muertos menos cada día rebajaran el horror sobre cantidades de 400, 600 o 700 muertos diarios? Se trata de una manipulación que no solo no puede probarse sino que tampoco Vox y el Partido Popular querrían que se probase, pues la falta de pruebas es lo que les permite acusar al Gobierno de que manipula sin que se les pueda acusar de que acusan, con perdón.
El primero en hablar de ocultación fue Vox, que ilustró sus sospechas mediante un montaje fotográfico de la Gran Vía de Madrid con ataúdes en las aceras y el asfalto, y este pie de foto: «Esta imagen retrata perfectamente el dolor de esta tragedia que el Gobierno y sus satélites mediáticos pretenden ocultar». Y después, o al mismo tiempo, el Partido Popular, por boca de José Antonio Monago, que aseguró que existe «una orden para ocultar el número real de muertos», afirmación que suscribe el portavoz del partido en el Senado, Javier Maroto: «Pretenden ocultarnos la cifra real de fallecidos». Sin embargo, ni Vox ni el Partido Popular acusan al Gobierno de manipulación. Solo lo sugieren. Ante una acusación clara y directa, sí podrían y deberían exigírseles pruebas. Pero todo son sospechas. «Las sospechosas cifras oficiales de muertos...», dice Santiago Abascal, por ejemplo. Y si a Monago se le preguntara por esa orden que dice que existe, su respuesta sería conocida: «Es una orden no escrita, naturalmente». Y hasta podría añadir: «¡Tampoco son tontos, coño!».
Ciertamente, si la manipulación de las cifras de muertos fuera real, no habría modo de calificar el comportamiento del Gobierno. Con qué palabras. Pero la pregunta es si hay algún modo de calificar también las acusaciones, que son reales y se realizan alegremente, sin necesidad de rendir cuentas.
Sí, hay que preguntarse por qué el Gobierno querría escatimar muertos. O, mejor, habría que preguntárselo.
*Funcionario.
