TLtlama la atención un aspecto de la campaña de las elecciones europeas: los mítines de los líderes políticos que recorren España, incluyendo Extremadura, no son en recintos multitudinarios --plazas de toros, estadios...--, sino más bien en salas de actos de hoteles y habitáculos similares de pequeño aforo. Es una muestra más de que la cita del próximo domingo no está levantando precisamente pasiones entre el electorado. El debate sobre el debate y la eterna cuestión de si el PSOE ganó las últimas generales gracias a la matanza del 11-M han centrado estas últimas semanas. Parece que Europa ha quedado muy al margen, un error enorme si se tiene en cuenta que regiones como Extremadura redefinirán su papel en la Unión después de la última ampliación de países. De momento se conservarán las ayudas, pero es obvio que algún día eso acabará. Sin embargo, la sensación general sigue siendo que el parlamento de Bruselas decide demasiado poco.

*Periodista