TStin duda, el más satisfecho por la repetición de elecciones es Mariano Rajoy , aunque tuviera un modo extraño de expresarlo: "Por suerte, el Gobierno de izquierdas no ha salido adelante", dijo la tarde de las declinaciones, después de que cada candidato presentara su fracaso ante el Rey. Y es que el interés del presidente Rajoy, en estos meses desde el 20-D, no ha sido la gobernabilidad del país, que solo podía pasar por él (o conmigo o con nadie), sino el día en que se hiciera por fin oficial la disolución de las Cortes, por imposible.

En la espera, Rajoy no solo ha procurado no parecer presidente del Gobierno sino tampoco candidato, con ser el más candidato de todos, por más votado. Y no solo ha resistido así cuatro meses, en funciones y orgulloso del 'tancredismo' que le han creado los medios o quizá su propio equipo de asesores, sino que va a llegar al 26-J sin romperse ni mancharse, a diferencia de los desgarrones y las babas que se han intercambiado Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera , que llegarán irreconocibles.

Y a la espera habría que añadir la esperanza. La esperanza de Rajoy es que lo peor que puede pasar el 26-J es que se repitan los resultados y que Sánchez y Rivera tengan que acudir a él: Sánchez, por miedo a desaparecer a manos de Susana Díaz , y Rivera, por miedo a quedarse solo en proyecto, sin llegar a mancharse las manos de gobierno (Sartre ). Rajoy revalidaría así la convicción de que la gobernabilidad del país solo puede pasar por él, por más que Sánchez y Rivera hayan hecho lo imposible para lograr lo imposible, mientras Iglesias jugaba a las humillaciones.

Pero si la satisfacción por la repetición de elecciones es de Rajoy, no lo es el mérito. En este sentido, acierta al reconocer que ha sido "por suerte" que el Gobierno de izquierdas no haya salido adelante. "¿Y el Gobierno de derechas?", habría que preguntarle. Ni siquiera se ha intentado. Más exacto habría sido que dijera que el Gobierno en funciones ha salido adelante. Habría dicho lo que en realidad quiso decir, a saber, que el presidente en funciones ha salido adelante. Satisfecho. Intacto.