Con un preámbulo de excepción de la mano del emblemático actor Max von Sydow, el Festival de Cine Fantástico de Sitges ha levantado el telón convertido, tras 49 ediciones, en uno de los grandes eventos de la cinematografía internacional en su género. Durante diez días la ciudad catalana será lugar de encuentro imprescindible para los miles de incondicionales de un cine que en tiempos fue considerado de susto y miedo y que ahora es ya una plataforma excepcional para que grandes cineastas puedan desarrollar su enorme talento. Así lo demuestra la espectacular alfombra roja del festival, por donde pasearán figuras de la talla del mismo Von Sydow, Christopher Walken o Paul Schrader. Sitges emerge también estos días como punto de encuentro para la industria audiovisual y ofrece una oportunidad privilegiada para jóvenes directores que pueden hallar aquí el contacto adecuado para despegar su carrera. A buen seguro que Sitges volverá a demostrar que el género fantástico y de terror goza de gran vitalidad. Y eso es mucho en tiempos en que el cine soporta tantas incertidumbres.