Es la segunda vez que trato la Sociedad Civil en esta columna. Creo que la calidad de la sociedad civil es la principal característica y recurso de una sociedad para afrontar los problemas. Algunos pueden interpretar que es algo contradictorio al Estado, y nada está más lejos de esa visión. Los países más prósperos y dinámicos tienen una estructura de Estado fuerte y una sociedad civil dinámica y potente. El problema está cuando el Estado quiere ocupar todo el espacio social, controlando y manipulando las iniciativas y poniéndolas a su servicio, anulando la libertad y la independencia de la sociedad civil. Y el problema también está cuando el Estado no tiene capacidad de generar las infraestructuras, los recursos, las regulaciones y los servicios que permita a la sociedad optimizar libremente sus capacidades o crear las condiciones para que todos los ciudadanos puedan gozar de las mismas oportunidades de desarrollo y bienestar. Se puede identificar la Sociedad Civil como aquellas iniciativas de los ciudadanos que no están dentro de las estructuras del estado o no han sido promovidas y organizadas bajo su dirección. En la sociedad civil se incluyen los particulares, las familias y las empresas, las organizaciones sociales en sus múltiples formatos, y en estos momentos todos los grupos informales conectados alrededor de plataformas digitales. También aquellas actuaciones de los miembros de las instituciones que se salen de lo reglamentado. Las Administraciones Públicas por sus propias características están mejor dotadas para lo cotidiano, lo normalizado, lo previsto y la igualdad. La Sociedad Civil tiene sus mejores condiciones para lo excepcional, la innovación, la iniciativa emergente y la libertad. Se requiere un equilibrio para afrontar los problemas yavanzar. En la crisis sanitaria la extraordinaria y admirable reacción de la sociedad civil ha permitido llegar donde nadie lo había podido prever. La situación sanitaria terminará normalizándose.

Ahora tenemos la crisis económica por resolver. Una situación sin precedentes en la que se necesita mucha iniciativa, imaginación, flexibilidad y sacrificios. Seestán escuchando demasiados mensajes de nacionalizaciones e intervencionismos. Hemos comprobado que hay sociedad civil para afrontar los problemas. La solución pasa otra vez por colaboraciones público-privadas. Cuesta mucho que exista una Sociedad Civil pero muy poco cargársela.