La frase "Se te va a pasar el arroz" es muy común entre las mujeres que tienen hijos y las casadas que quieren hacer daño a la mujer soltera al presuponer que, si siguen solteras, se debe a la incapacidad por encontrar pareja y hacerle ver lo maravilloso que resulta tener hijos y formar una familia, evidenciando así su ignorancia y falta de educación. Las mujeres solteras mantenemos ese estado civil por diversos motivos. Algunas, porque así lo han querido siempre; otras, porque la vida así se lo ha deparado, y otras porque vivimos pensando en lo maravilloso que resulta sentirse libre. Y es que la falta de ataduras demuestra la madurez intelectual más preciosa que puede existir. Por suerte, la sociedad ha avanzado mucho y cada vez son más las mujeres que deciden ser solteras. Desde muy niña he amado la soledad y la libertad. Los libros han acompañado mis horas y me han llenado de felicidad. Y creo que, si en algún momento me enamoro de alguien, ese momento y ese alguien deben estar impregnados de aquello que más admiro en este mundo: la sabiduría. Si llega ese alguien cargado de sabiduría y libros, me enamoraré. Porque solo un libro humano puede vencer mis resistencias. El arroz no se pasa nunca. Al ser el amor un sentimiento atemporal e infinito puede llegar en cualquier momento de la vida, o no llegar nunca. Hay muchas razones para seguir soltera y también son muchas las razones para no querer estarlo. Muchas veces he escuchado esta frase en boca de mujeres que no han llevado una vida marital agradecida y plena, y pienso en lo verdaderamente machistas que pueden resultar las mujeres cuando quieren juzgarse entre ellas mismas. La mujer siempre ha puesto límites a su propia libertad, eliminando opciones de vida que el género masculino siempre ha contemplado. Hace poco escuché a una chica algo más joven que yo cantando el siguiente estribillo: "Soy soltera y hago lo que quiero". Pues ahí queda eso. Toda una declaración de principios.