La señora De Cospedal ha sido la nueva dirigente popular tras Cifuentes en destapar la caja de los truenos a propósito de los escraches. La madrileña los comparó con la kale borroka y la manchega los ha calificado de nazismo. Nueva polémica en cafés, mesas camilla y tertulias televisivas. Pero esta vez no sobre la cosa en sí, sino sobre el nombre que se le da a la cosa. ¿Es nazismo, es terrorismo?

Cuando claramente es una acción de protesta callejera ideada por una activista, cuyas ideas políticas desconozco aunque imagino, frente a una situación radicalmente injusta. Protesta que ha encontrado un claro apoyo en mucha buena gente empobrecida e indignada, harta de políticos y de abusos financieros. Y que está siendo aprovechada y alentada por la izquierda pura y dura. Lo que empezó como una iniciativa popular pacífica ha degenerado en actos cargados de violencia verbal e intimidación. Eso es también una realidad. Vean si no a Verstrynge gritando como poseído frente a la casa de Sáenz de Santamaría .

Poco antes, todo un Felipe González había descalificado los pacíficos griteríos, improperios, pegada de carteles con cara y demás inocentes manifestaciones populares con el argumento de que no entendía por qué un niño tenía que ser acosado en su casa. Su afirmación no ha levantado polvareda porque es una reflexión empática, dicha en tono moderado, sin hipérboles ni ataques personales y sin juicio de intenciones. He oído a bastantes y buenas personas argüir en contra que echar a un niño de su casa sí que es un escrache.

Argumento que convertiría en buena una maldad por precederle una maldad mayor. Felipe es uno de los pocos dirigentes de la izquierda que abiertamente ha atacado esta práctica del acoso, pues el PSOE que manda hoy nada entre dos aguas. Valenciano dice que los apoyan y luego añade que hay que respetar el espacio de la vida privada, de las personas y de sus familias. O sea lo uno y su contrario. Una mezcla de buenismo y oportunismo. Como si en el fondo les diera gustito ver al rival abucheado, pero no quisieran reconocerlo.