Estos días hay más gente que duerme regular por el revuelo que ha creado este maldito virus. Pues ya que no podemos soñar a gusto, que al menos no nos quite el soñar despiertos. Soñar que los cielos de nuestras ciudades seguirán tan limpios como ahora porque lucharemos por las energías renovables. Soñar que seguiremos admirando a los trabajadores públicos porque no son esos funcionarios apoltronados que nos han vendido para que callásemos al recortar en sanidad, educación y servicios. Soñar que no dejaremos de recordar al médico, al bombero, al maestro... No se merecen nuestro olvido. Soñar que nuestros mayores estarán bien cuidados mientras vivan. La muerte y el sufrimiento son realidades que están en las residencias desde hace años. Quiero soñar que, al menos, no seguiremos mirando hacia otro lado. Soñar que como sociedad seremos más responsables y solidarios. Que seremos capaces de pensar en la colectividad, sin pisar las libertades. Vivir para soñar y soñar para vivir.