Soraya Sáenz de Santamaría luce apellido sonoro, ojos luminosos, labios sensuales, pies enormes, dicen que gran cerebro, dicción mejorable y enorme candidez. La portavoz de la Oposición se hizo unas fotos de estética discutible --para algunos es un "cañón pequeño y precioso", para otros algo hortera-- y ha levantado una marejada como la de Chacón y su esmoquin. Féminas y varones de pro habían aparecido antes en revistas y concedido entrevistas personales. Recuerdo a Isabel Tocino de motera, a M. Teresa Fernández de la Vega , elegantísima, y al mismo Rajoy disfrazado de ciclista. Y no se montó la que se ha montado. El líder de la Oposición ha admitido que tal vez se equivocara al criticar el famoso reportaje de las ministras y Pepiño no ha perdido comba para endilgarle su propio y cruel "sólo acierta cuando rectifica". El PSOE, elegante, no habla del posado porque eso es machista y otros aducen que lo importante es lo que diga el personaje "aunque lo haga en bragas". No creo que sea machista hablar de la ropa de alguien, hombre o mujer. Pienso que un personaje público, por respeto a su cargo, debe vestir de modo apropiado a cada ocasión. Tampoco he oído a nadie decir que lo que importa es lo que diga Zapatero --o cualquier otro hombre-- aunque sea en calzoncillos. Afirmo que la que ha liado el Mundo y algunos medios de comunicación es una impostura. La entrevista del Magacine , publicación ligera de fin de semana, no tenía contenido político, ella eligió una ropa con la que se encontraba favorecida y acertara o no, su figura envuelta en negras gasas no es para nada noticia de primera página con lo que está ocurriendo en España y en el mundo, ni merece salir en los telediarios, ni la protagonista ser tachada de frívola y vanidosa. Ha caído en la trampa que le ha tendido el entorno de Pedro Jota a quien parece que no le mola Rajoy ni la niña de Rajoy, por más que todavía no esté muy claro a quién postula como nuevo líder del PP. ¿Esperanza ? ¿Rato ? No creo que Gallardón . Entre tanto, Soraya, afila las uñas y aprende que hay mucho felón suelto.