TPtrefiero la Dos a la Sexta , leer a la tele y el cine clásico a Juego de Tronos . Me parecía una memez en mis jóvenes asambleas universitarias debatir durante horas si la votación iba a ser vinculante y siempre recelé de los que en vez de ir a clase y estudiar mucho en la Biblioteca, perdían el tiempo en el campus discutiendo sobre praxis, dialéctica de la historia, tesis, antítesis y síntesis.

He guardado en mi memoria feliz a aquel cañón melenudo, vestido de pana, auténtico y carismático, mas olvidaré pronto al líder de las redes sociales y platós de televisión, que cita a Kant sin leerlo, de discurso cambiante, verborrea de eslóganes y exhibición de sentimientos con llorera o con fraternidad. Incluso aunque use antitranspirante y se corte la coleta.

Me gusta la ropa buena y cara, aunque compre en Zara y Stradivarius y prefiero Dior a Alcampo como gurú de moda. No tengo nada contra las rastas.

Defiendo la iniciativa privada, considero disparate prometer el dinero público a quien no hace lo posible por trabajar, empezando por estudiar todos los días. No veo nada positivo en que las grandes empresas pierdan dinero y creo que es el emprendimiento y la iniciativa personal lo que proporciona las mejores cotas de empleo y bienestar.

Defiendo la unidad de España, aborrezco el llamado derecho a decidir y me tranquilizaría que la izquierda sensata se posicione de una vez claramente contra el nacionalismo excluyente al que tengo en análoga consideración que machismo o racismo.

Me repugna que uno se acueste bolivariano y se levante socialdemócrata, que prometa a sus socios lo que no está en su mano conceder o que enmascare sus resultados modestos en nombre de la democracia entendida a su modo.

Para mí Maduro es un payaso tiranuelo, su régimen una aberración y cualquier organización del estado que se le asemeje, un peligro para la democracia. Jamás exhibiría a mi hijo para obtener rédito político y deseo ganar la mayor cantidad de dinero posible.

Si me pinchan sangro y si me hacen cosquillas río. Pese a eso, ¿creen ustedes que soy gente? ¿Gente de verdad?