Qué buenos son los curas del colegio, qué buenos son, que no nos llevan de excursión, pero nos suben sólo un dos. Pues no, ni eran curas, ni la subida nos da para excursiones. Vamos a recapitular un poco. Este 2%, que podría llegar al 2,3%, es el final de un acuerdo firmado en un momento decisivo previo a dos elecciones, una inminente, la sindical, y otra a más largo plazo, las generales, que como saben se frustró por la moción de censura. A eso hay que añadir el bajón en intención de voto, más que bajón, la caída libre, del PP por los casos de corrupción. En esa situación, el gobierno de Mariano Rajoy necesitaba un guiño al colectivo que más había sufrido los efectos de la crisis provocada por el PSOE, pero ejecutada a base de recortes por el PP, y a su vez, algunos sindicatos «algo más que un empujoncito» para salir también del momento donde se encontraban.

En una especie de «que nos pilla el toro» se procedió a fijar en tres años una subida a los funcionarios públicos de poco más del 6%. Perfecto, menos da una piedra. El problema es que en el acuerdo limitaba la ampliación de la recuperación salarial perdida desde 2010, que era lo que se había prometido gubernamentalmente cuando empezaron los recortes, recuperar el poder adquisitivo a aquellos que se lo habían arrebatado y que acumulado, pagas extras incluidas, se eleva a día de hoy a un 20%.

Nunca mejor dicho, más es menos, porque podemos entender o vender un hipotético triunfo de un 6%, o entender y lamentarnos por perder un 13%. Cada cual contará la historia como lo quiera ver, y no es que me queje de que me suban el sueldo, me quejo de que volvemos a ser los grandes olvidados, a los que se nos compra con un plato de lentejas, o a los que callan con limosnas.

En todo caso me resulta curioso que mientras nos rasgamos las vestiduras por incrementar ciertos salarios base, reconocer salarialmente a ciertos colectivos y un largo etcétera de medidas laborales y salariales, aquellos mismos que defienden esas importantes subidas, y que me parecen bien, no se confundan, no apliquen el mismo rasero con el sueldo de los funcionarios ya no sólo para decentarlos o reconocerlos, simplemente devolverles lo arrebatado, y después, dignificarlo. Lo siento, pero debo sonrojarme cuando oigo tanta justicia social y salarial, cuando los docentes no tenemos la homologación salarial entre CCAA, el resto del 13% arrebatado y la revisión salarial en función del IPC para evitar que aumente la pérdida de poder adquisitivo en el futuro. Eso sería lo justo y lo social, y lo demás, subidas de consolación.

*Maestro.