TLta cultura con minúscula de los anglosajones establece como grosería mayúscula cualquier tipo de pregunta, mención o alardeo referente a sueldos y emolumentos, pero es esa misma cultura la que dictamina unas transparencias en las retribuciones públicas dignas de ser observadas. La actualidad extremeña se ha visto salpicada de una de esas polémicas sonrojantes y que en ocasiones nos hacen dudar si nuestros políticos están a la altura que los ciudadanos merecemos.

Si abrimos el objetivo de la cámara nos podremos dar cuenta de que la polémica surgida entre consejeros del PP en la radiotelevisión extremeña y la remuneración del director no es más que otra piedra lanzada contra el proyecto audiovisual extremeño y que la tónica no cambiará: Si se gasta mucho dirán que todo es suntuoso y si se gasta poco dirán que todo es cutre. Las retribuciones deben estar en función de las responsabilidades y no son pocas las que le van a llover al director de la radiotelevisión extremeña. Esperemos que el resto de profesionales del proyecto reciba en relación a sus superiores y que una noción tan constructiva como la austeridad no se confunda con el nocivo concepto de precariedad.

*Profesor y activista de los

Derechos Humanos