TStin querer, a veces uno es testigo de ciertos sucesos, o escucha conversaciones entre personas que coinciden en colas de supermercados, donde todos andamos avispados para que no se nos cuele alguien más avispado; o en colas que se forman para pagar multas, donde ni el mejor cómico del mundo se atrevería a hacerse el gracioso; o en la sala de espera del consultorio médico, donde, por el contrario, la mayoría de la gente espera que alguien les cuente algo con gracia.

Fue en el autobús donde escuché la vozarrona quejicosa de un ciudadano que, desconforme con la política y con lo que contrae, maldecía su mala suerte. No ligaba yo al principio sus lamentos con el motivo de los mismos. Sólo escuchaba sus gruñidos por haber caído en un infortunio en el que podía haber caído cualquier otro ciudadano, pero fue a tocarle a él. Le decía a su vecino de asiento, que mucho dinero se había gastado en loterías y quinielas a lo largo de su vida para nada, porque a lo más que había llegado, era a trincar la pedrea o los nueve aciertos; que nunca en sorteo o juego de azar alguno había conseguido premio. Y mira tú por donde, entre miles de ciudadanos, le venían a él con el aviso: una notificación del ayuntamiento por la que se le nombraba vocal primero de una mesa electoral para las elecciones de hoy. "Oiga, y ya es la segunda vez que me toca, que hace diez años fui de vocal suplente, y eso no es justo, que no soy el único que vive en la ciudad. Y encima en ferias. Métete tú, después de haber estado toda la noche de fiesta, un día entero viendo como gotean sobres con los votos por las ranuras de dos urnas".

Pero hete aquí la paradoja, lo que es rechazado por unos, a veces es apetecido por otros. Apenado y con cara envidiosa, el vecino de asiento del lamentoso, dijo: "Pues a mí no me ha tocado nunca y ojalá esta vez me hubiese tocado, así me habría quitado de encima a un cuñado calavera, soltero y gorrón, que se ha apuntado a venir del pueblo a pasar el domingo a mi casa. Buena excusa hubiera sido para quitarle las intenciones, pero yo no he tenido la suerte que usted tiene".

*Pintor