La crisis de confianza que se ha instalado en la economía no parece haber afectado al gasto en juegos de azar por parte de los extremeños. Los habitantes de Extremadura tentaron a la suerte en el último año con 637 millones de euros, 62 millones más que el anterior. Y la tendencia parece que sigue en este mismo sentido. En tiempos de vacas flacas , parece que una mayoría se aferra a la rueda de la fortuna como válvula de escape.