TEtl momento político actual se parece a una obra de teatro. Y los líderes a sus personajes. El que domina mejor el género es Pablo Iglesias , que funda su sólida cultura en dos carreras, en Juego de Tronos --¡todo sin leer a Kant !, creo que en la Complutense hasta protagonizó Marat-Sade --, y conoce bien los resortes de la imagen gracias a su experiencia en las tertulias televisivas, inspirado o no en Aló , presidente, que el plató es el mejor escenario. Sin duda por eso montó un enorme espectáculo durante el antaño solemne y hoy requetefriki día del inicio de la legislatura donde hubo madre lactante, líder llorica, bebé precioso y emociones a raudales.

Llámenme rancia pero añadiré, parafraseando a quien sea, que al Congreso se va no ya llorado, sino también emocionado, y por seguir con la similicadencia --respetuosa con el personaje pero crítica con su estrategia-- por respeto a las madres y por no exhibir lo que se debe proteger, conviene dejar al niño en casa. O en la guardería. Así que este año de conmemoraciones literarias tan importantes como la muerte de Shakespeare --Cervantes dominaba más la novela-- me viene a la cabeza su comedia Sueño de una noche de verano . Porque el escenario político parece ahora mismo el bosque del amor no correspondido, donde los líderes se persiguen unos a otros. Hermia ama a Lisandro , Demetrio a Hermia y Elena a Demetrio . De manera que Sánchez corteja a Iglesias , y como este le desdeña, a Rivera , Rajoy a Sánchez , que le aborrece, y Pablo , de momento, parece que solo se ama a sí mismo. Bueno, y a las mareas que son Podemos o no lo son, dependiendo de si es para gritar ¡Victoria! o para formar grupos parlamentarios.

En esta farsa, falta Titania enamorada del asno. Para compensar, Pedro ha descubierto un nuevo amor. Y presta senadores a los independentistas, que a lo mejor no una misa como París para Enrique IV , pero la presidencia sí la vale este coqueteo imprudente y humillante, al que se ha atrevido a llamar cortesía parlamentaria. Cuando la comedia concluya en tragedia será demasiado tarde.