Hoy es un día decisivo para los cultivadores de tabaco del área mediterránea y muy especialmente para miles de familias extremeñas del norte de la comunidad. La Comisión Europea presenta esta mañana el texto definitivo para regular las ayudas al sector tabaquero y todo hace prever que no variará sustancialmente de lo anunciado por el comisario de Agricultura Franz Fischler, cuya intención es desligar las subvenciones de la producción y pagarlas por explotación, medida que los tabaqueros interpretan como un golpe mortal al cultivo. Pero no está todo perdido para los intereses regionales. Miles de agricultores de media Europa se manifestaron ayer en Bruselas para intentar frenar la reforma. Más aún, los ministros de Agricultura de España, Francia, Portugal, Grecia e Italia, países más perjudicados con el cambio de la normativa comunitaria, pidieron a la Comisión que flexibilice sus propuestas y que una parte de las ayudas quede ligada a la producción. De todas formas, y a pesar de que Bruselas siga en sus trece, la presidencia de la UE, que este semestre corresponde a Italia, ha dejado entrever que trabajará para que la reforma del tabaco no prospere si no hay consenso suficiente, una declaración de intenciones que a día de hoy supone un balón de oxígeno para los tabaqueros.