WEw n los últimos días la formación de ideología ultraderechista Democracia Nacional ha iniciado una campaña en Talayuela de carácter xenófobo. No es casualidad que hayan elegido Talayuela para propagar sus ideas de intolerancia y de falta de respeto a los que no piensan como ellos, porque Talayuela es el municipio extremeño con mayor porcentaje de población inmigrante: de los más de 10.000 vecinos censados, alrededor de 4.000 son extranjeros, fundamentalmente magrebíes, aunque en esta localidad viven personas de más de veinte nacionalidades.

Estos fascistas de nuevo cuño han distribuido octavillas intentando alterar la paz ciudadana con mensajes tan elaborados como "De fuera vendrán y de tu casa te echarán" y aspirando a soliviantar a los inmigrantes islámicos al afirmar que el "Islam no se ajusta a la Constitución" (Lo que hay que ver: ellos defendiendo a la Constitución!).

No es la primera vez que intentan encizañar la convivencia. Ahora, como el pasado mes de septiembre en que también se repitieron manifestaciones contra los inmigrantes, fue la construcción de una mezquita en una zona céntrica de la localidad lo que ha servido de excusa para difundir unas ideas que son incompatibles con la democracia, y que deben ser perseguidas porque llevan un mensaje de enfrentamiento, intolerancia y división social. Democracia Nacional y sus grupos afines --algunos cobijados bajo el apellido de católicos-- no pintan nada en Talayuela ni en ningún otro sitio. Son precisamente ellos --por xenófobos, por racistas-- quienes sobran.