XUxn total de 14 personas han perdido la vida en Extremadura durante el fin de semana. En poco más de 72 horas, 14 familias de nuestra comunidad han visto cambiar su vida de manera radical y dramática. ¿Por qué? Es la razón de la sinrazón. La carretera, los coches, nos hacen la vida más cómoda, pero sin duda alguna también constituyen uno de los principales problemas sanitarios de lo que hemos dado en llamar, mundo desarrollado; y no sólo sanitario, sino también económico y social.

Según el último Informe Mundial sobre Desastres de la Cruz Roja, en el año 2020, los accidentes de tráfico supondrán la tercera causa de muerte en los países industrializados; un dato que, al parecer, nos deja indiferente porque cada día en cualquier periódico, en cualquier emisora de radio o en cualquier informativo televisado, podemos leer, escuchar o ver una crónica sobre un accidente de tráfico donde mueren o resultan heridas personas, donde se rompen familias... pero al final, son un número, una estadística. ¿Nos estamos deshumanizando?

Desde Cruz Roja nos negamos a pensar esto. Los accidentes de tráfico son un desastre generalizado que nos va minando poco a poco. Sólo en Extremadura, cada año, cerca de 200 personas mueren en accidentes y más de 3.000 resultan heridas. La solución a esta lacra está en manos de todos, porque todos somos responsables de tratar de reducir esta escalada de muerte y dolor.

Las autoridades intensifican la vigilancia, los consejos de prevención, las sanciones; nuestros servicios de emergencias son cada vez más eficaces; las carreteras mejor trazadas y con mejor firme, los vehículos, cada día más seguros... ¿Y nosotros, y las personas? Las distracciones, el exceso de velocidad, el teléfono móvil, el alcohol, son las principales causas de los accidentes.

Por tanto, como decía con anterioridad, la solución está en manos de todos; no sólo de las autoridades, o de los servicios de emergencia, o de los fabricantes de automóviles; sino de todos y cada uno de nosotros y nosotras que cada día nos subimos a un coche, a una moto o, simplemente, somos peatones.

Adoptar actitudes prudentes, respetar el Código de Circulación, descansar antes de viajar, no usar el teléfono móvil o no consumir alcohol, es sobremanera fundamental para reducir el número de accidentes y, ésta sí que es una tarea de todos.

Si además de esta concienciación, conseguimos que los ciudadanos y ciudadanas se informen y se formen en las técnicas más habituales de prestación de primeros auxilios, en caso de accidente, mientras llegan los servicios de socorro podremos realizar maniobras sencillas que contribuyan a minimizar los estragos que causan los accidentes.

Desde Cruz Roja, nuestra humilde aportación a esta lucha contra los accidentes, no sólo se reduce a la labor asistencial, sino que tenemos un empeño personal en formar a personas para que, por un lado adopten conductas responsables que eviten los accidentes y que, en caso de producirse, pueden prestar el primer socorro a los afectados para reducir su gravedad.

Si esto sirve para salvar una sola vida, nos damos por satisfechos. ¿A qué espera usted, amigo conductor, motorista o peatón?

*Presidente Provincial de Cruz Roja en Badajoz y vicepresidente autonómico en Extremadura