Policías españoles estuvieron interrogando a prisioneros de la base norteamericana de Guantánamo; buscaban pistas sobre eventuales ramificaciones en España de la hidra islamista. Puesto que la noticia no ha sido desmentida es lógico deducir que quien era presidente del Gobierno de España cuando sucedieron los hechos, el ciudadano José María Aznar , el vicepresidente, el señor Mariano Rajoy y el ministro del Interior, el señor Angel Acebes , estaban al tanto de la operación. Se lo han preguntado al señor Rajoy y se ha hecho el suevo . Este caballero tiene tomada carrerilla y todo lo que no le conviene recordar lo pasa por el turmix de la ironía. Ironía que en este caso se convierte en sarcasmo --cuando no en ocultación de eventuales responsabilidades-- porque conviene recordar que Guantánamo es un centro de detención ilegal donde se practica la tortura según ha denunciado Amnistía Internacional. La comunidad internacional --empezando por el propio Parlamento Europeo--, así lo considera.

Cualquier paso dado en Guantánamo contamina. Política y moralmente. Josep Piqué que fue ministro de Asuntos Exteriores con Aznar, ha dicho que no sabía nada del asunto pero da por hecho que había razones para enviar a los policías a interrogar a los supuestos terroristas islamistas. Si es así, ha llegado la hora de que sus antiguos compañeros en el Gobierno den una explicación. El señor Acebes, el señor Astarloa y el mencionado señor Rajoy que tan aficionados son a dar lecciones de moral y tantas explicaciones exigen a los demás, tienen una ocasión de oro para explicar este asunto. Para aclarar el caso, y, de paso, para explicar por qué iban detrás de la pista islamista en tiempos previos a lo que luego, por desgracia, cristalizó en los atentados del 11-M. Sí, pese al entusiasta e inexplicable apoyo de Aznar a la invasión de Irak, España no tenía nada que temer que viniera de fuera y si el único peligro era la ETA, ¿para qué gastar dinero en dietas mandando a los policías a Guantánamo? Ya digo, si no fuera trágico, resultaría cómico y Moliére tendría un nuevo episodio que añadir a su Tartufo .

*Periodista