XUxn año más el PSOE, que usa y abusa de su holgada mayoría en la Asamblea, ha aprobado en solitario los Presupuestos de Extremadura para el 2005. Un año más lo ha hecho como siempre, con arrogancia, con prepotencia, con altanería y con desprecio absoluto a la mitad de Extremadura que no lo votó. Veintidós años de poder absoluto han consolidado unos vicios de forma y una cerrazón de fondo, porque al final, el único argumento esgrimido para la representación de la farsa presupuestaria, es siempre la mismo: "lo hacemos porque podemos hacerlo, porque tenemos mayoría y porque no necesitamos ayuda de nadie, ya que hemos ganado las elecciones". Ibarra, tan pasado de rosca democrática, confunde continente con contenido y es incapaz de distinguir entre mayoría y razón. Como tiene mayoría, está convencido de que si a él se le antoja dos y dos son nueve. Así le va a Extremadura, cada vez más sumisa, menos reivindicativa y más descolgada, pese a la venta desvergonzada que la Junta hace de proyectos ajenos, como la refinería o el AVE.

Y es verdad, lo hacen porque pueden hacerlo, porque el Partido Popular no puede impedirlo, porque incluso caen en la zafiedad de la amenaza a los medios de comunicación y porque la soberbia de Rodríguez Ibarra es incapaz de reconocer ni una sola aportación fuera de su ombligo. Por no reconocer, incluso es capaz de negar las demostradas irregularidades en las que ha caído su consejero de Economía, Manuel Amigo que, tan obnubilado como él mismo, ya no distingue entre lo público y lo privado.

¿Sirven estos presupuestos para bajar los impuestos? No. ¿Sirven para resolver el problema del paro? No. ¿Sirven para impulsar una Educación de calidad? No. ¿Sirven para mitigar las listas de espera en nuestros hospitales? No. ¿Sirven para facilitar el acceso a la vivienda? No. ¿Para incrementar nuestro tejido empresarial? No. ¿Para resolver los problemas de la Extremadura rural? No. ¿Sirven para facilitar una incursión seria en la sociedad de la información y en las nuevas tecnologías? No. ¿Para qué sirven estos presupuestos, entonces?

Estos presupuestos sirven para dar una respuesta propagandística de los planes que se anuncian y de los que finalmente sólo queda eso, el anuncio. Como el de las habitaciones individuales en los hospitales. Como el de los ordenadores en las escuelas, convertidos en cementerios informáticos que han hecho reír a toda España. Como el de los dos idiomas... Como el Gabinete de Iniciativa Joven, para que los extremeños le cuenten a Felipe González sus sueños. Como el tan cacareado del impuesto bancario o la expropiación de fincas.

¿Cómo se explica su permanencia en el poder con la situación calamitosa de su gestión política? Eso es para una tesis doctoral.

*Secretaria general y portavoz de Hacienda del Grupo Parlamentario Popular