No saldremos del pozo poniendo nuestra fe en la superficialidad del cortar y pegar. Las redes sociales, la comunicación inmediata actual con el dominio interplanetario, globalizador y también salvífico de las nuevas tecnologías, no son un fin en sí mismo. Una herramienta poderosísima, válida, asequible, universal y barata, sí. Que conecta el mundo todo. Abre ventanas a los hasta ahora aislados y, puede combatir dictaduras. Pero si se convierte en finalidad y adicción, es droga que anula y entontece. Como un poco entontecido me resulta el emprendedor del tuenti, Zaryl Dentzel , del que escribí el domingo y al que vuelvo, pues dejé mucho en el tintero. No le envidio, la verdad; le compadezco si no ha sabido empatizar con Don Quijote, ilustre loco al que desprecia. Y me causa pavor que las instituciones lo muestren como modelo para una juventud, que no necesita quien le anime a dejar de leer.

Esfuerzos y campañas de fomento para la lectura han recibido una puñalada desde ese Foro Emprende de marras. Porque no se puede sugerir que la práctica puede darse sin teoría, que la prosperidad puede apoyarse en una información superficial carente del fundamento de una sólida formación, porque hemos sufrido desde la LOGSE las consecuencias del menosprecio de la memoria y porque lo que la educación debe perseguir es proveer a los alumnos de valores que les posibiliten para ser Felices, con mayúscula y ricos. Ricos en criterios sólidos, en discernimiento para no ser manipulados, en sensibilidad para gozar de las palabras creadas por un ser humano como ellos, hace cinco siglos, o para llorar de emoción ante las rocas talladas por un ser humano como ellos hace dos mil años. Eso les hace crecer por dentro y les reviste del fundamento para ser felices en profundidad, no en la superficie del que lo exhibe todo. Ese es el objetivo. No que crezcan con la nariz pegada a una pantalla de ordenador, con sus intimidades a la vista de esta galaxia tecnológica que puede hacer ricos a unos pocos e infelices, vacíos, esclavizados e ignorantes a muchísimos.