PATRICIOS Y PLEBEYOS

Soy un joven ciudadano de Cáceres decepcionado con la política que están siguiendo ciertos garitos nocturnos de la ciudad. La movida cacereña se ha distinguido durante muchos años por ser exquisita y tener el reconocimiento de todos. En cambio, las cosas están degenerando demasiado. El cambio radical de los horarios ha sido el detonante para que se vuelvan a abrir las diferencias entre los iguales. El que tenga costumbre de salir los fines de semana se habrá percatado igual que yo. Me refiero al poco respeto que demuestran los dueños de algunos locales fashion . Y es que mientras algunos clientes esperan durante horas en las puertas de sus bares para poder entrar, otros gozan de avergonzantes privilegios. Tener una tarjetita expedida por el ministerio del mamoneo te permite entrar, dejando atrás a los que durante mucho tiempo han esperado. Llevar un lagarto bordado en el jersey, ser coleguita de los guardianes o llevar un escote vertiginoso conceden un pasaporte muy peculiar.

Señores empresarios, la clase es otra cosa y nada tiene que ver con el chorreo que presencio cada sábado a las puertas de sus locales (todos saben los lugares a los que me refiero). No hay personas de primera y de segunda, no lo olviden y si no echen un vistazo a la Constitución: "Todos los españoles somos iguales". Además, recuperar la reputación no es algo que se pueda solucionar a golpe de dinero. Recapaciten.ANTONIO GONZALEZ. Cáceres

APARCAMIENTOS EN LAS ACERAS DE LA MADRILA

Llamo para quejarme de los conductores que todos los días, pero sobre todo en fines de semana, aparcan encima de las aceras en la confluencia de Doctor Fleming con el parque del Príncipe, obligando a los peatones a andar por la carretera. JOSE PEREZ. Cáceres