LA HOSTELERIA CACEREÑA,

LA CASA POR BARRER

Los hosteleros y el ayuntamiento han vuelto a las manos, en sentido figurado. Con querella y todo. Antes el problema eran los ruidos, los horarios... Ahora las licencias, las concesiones públicas... El caso es tener siempre la gresca montada. Está muy bien que se reclame lo que es justo y, si ha habido trato de favor, que se expíen culpas. Pero con tanta polémica, hay algo que los hosteleros olvidan y es que para exigir, hay antes que dar. Y dar, dan poco, la verdad. Ni participan en iniciativas municipales (apenas), ni acondicionan como es debido los locales (culpa también del ayuntamiento), ni modernizan su servicio. Entre unos y otros, la casa por barrer.

FERMIN CABEZA. Cáceres

UN PUENTE SIN LUZ

Es una pena pasar por Mérida y toparse en el horizonte el perfil del puente Lusitania a media luz. Costó mucho levantarlo, incluso alguna polémica que otra. Años después, el mantenimiento del puente parece haber caído en el olvido. Habrá que esperar a las próximas elecciones para que algún político de turno se acuerde de darle el esplendor del principio.

CIPRIANO GONZALEZ. Mérida