INVITACIONES DE BODA

El lunes me llegaron a casa dos cartas institucionales, una del ayuntamiento y otra de la Consejería de Medio Ambiente. Al principio me ilusioné con la idea de que el ayuntamiento me hubiera seleccionado entre todos los cacereños para representar a la ciudad en la boda del Príncipe y Letizia, y me mandaba a casa la invitación. Qué va. Ya sé que la cartita de Medio Ambiente chocaba un poco con la ilusión de que fuera la invitación real, pero como los caminos del Señor son inexcrutables y mis plegarias habían sido tantas que... Después supe que mis vecinos habían recibido idénticas misivas y que nada tenían que ver con el enlace principesco. Eso sí, era una invitación: para que use los flamantes contenedores amarillos de reciclaje de plásticos, que han repartido por la ciudad, excepto cerca de mi casa --en la zona de Santiago y salvo error de visión--, donde tampoco hay de papel o vidrios. Creo que mis plásticos y esta invitación se seguirán mezclando con el resto de mi basura mientras estos contenedores no estén donde los otros. Si con esta invitación me hubieran enviado la de la boda, realmente me lo hubiera tomado mucho más en serio.

RAQUEL PANIAGUA. Cáceres