Ya antes he confesado a quienes tienen la sacrosanta paciencia de leerme cómo siento de modo pesaroso el paso del tiempo. En momentos como hoy, oscura como el clima, estoy tentada de gritar aquella mentira que a veces no lo es, de que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Y no solo porque resulta irritante la rapidez con que en un punto se es ido y acabado lo presente, sino porque, como hacían mis mayores, comparo lo actual con el ayer y me lleno de nostalgia, me cargo de razón y me indigno al contemplar la decadencia de casi todo lo que me rodea. Aunque racionalmente me repita que una España democrática es mucho mejor que una patria esclava y que fuera de Europa haría mucho frío. Como hoy estoy frágil en grado sumo me referiré a lo más frívolo por no empeorar mi estado.

Repasaba con mis alumnos el teatro de posguerra y les mostraba fotografías de eximios monstruos de la farándula ya en calidad de autores, actores como Fernán Gómez : "¡A la mierda!" o incluso aquel Umbral que no era dramaturgo pero sí todo un espectáculo. Personajes de mérito, que montaron numeritos porque podían, desde Fernando Arrabal, que veía a la Virgen María y berreaba sobre el milenarismo y que ahora en la sexta no provoca ni sorprende como antaño, a aquel inolvidable "¡Yo he venido aquí a hablar de mi libro!" que Umbral escupiera a la cara de una locutora enfangada hoy después de haber sido en años menos frikis musa de la intelectualidad.

Hogaño las broncas en la tele no las protagonizan autores excelsos que pueden permitirse el lujo de ser maleducados, sino maleducados mediocres que no son autores de nada. Paso de referirme a Sánchez Dragó porque la verdad algo ha escrito. Ahí tienen el último bochorno de Belén Esteban , récord de audiencia, que es lo único que le queda a Tele 5 para arrojar a su ídem. ¿Es la espantosa evolución de esa ventanita abierta al mundo alegoría de lo bajo que ha caído esta España nuestra? A este paso dentro de unos años Ana Pastor, la bella, no la ministra, huirá del paro presentando la quincuagésima edición de Gran Hermano.