WTw VE cumple cincuenta años en un momento complejo, pero al celebrar este medio siglo de vida --con la modestia que le corresponde a un ente con una deuda acumulada de más de un billón de las extintas pesetas-- hay un atisbo de esperanza: el Gobierno está cumpliendo lo prometidoy, a partir del 2007, la tele estatal pasará a ser un ente público coherente. Es decir, equilibrado en sus recursos humanos y técnicos y, sobre todo, con una estructura directiva que garantizará la independencia, pluralidad y libertad de sus servicios informativos, que han de ser el máximo valor de todo grupo audiovisual público en democracia. Basta recordar que en España el 50% de la población solo se informa a través del televisor.

Pero para llegar hasta aquí han debido pasar 50 años de descontrol, corrupción, malversación, manipulación y una flagrante dejadez política para planificar la función de una TV pública. Como dicen en TVE, tienen complejo de kleenex: son arma de propaganda del Gobierno de turno, que este tira cuando pasa a ser oposición.

DURO NACIMIENTO

Todo es resultado de las condiciones --las peoresposibles-- en las cuales nació el medio, al que, con los años, se le agravaron todos los defectos. Nació el 28 de octubre de 1956, con la misión central de ser el pan y circo del régimen franquista y su altavoz más potente. Con el boom audiovisual de los años 60 y 70 creció desmesuradamente, pero sin orden ni concierto. Era la mejor, y única, tele de España. Un gigante con pies de barro.

En la década de los 80 vivió la transicióndemocrática y la ilusión hacia una refundación. Otra desilusión. Durante los sucesivos Gobiernos socialistas, los directores generales se enzarzaron en luchas intestinas, que tuvieron su capítulo más bochornoso en el hostigamiento a la ya fallecida Pilar Miró.

LLEGA LA COMPETENCIA

Y mientras en el pirulí se libraban guerras palaciegas, en 1990 llegó el principio del fin: desembarcaron las privadas (concesiones también marcadas por los intereses políticos), que empezaron a resquebrajar los pies de barro de TVE. Y esta se desmoronó estrepitosamente con Aznar. Negra etapa en la que la deuda se disparó hacia el infinito y el prestigio y credibilidad de la casa cayó en un pozo, que tuvo su punto más bajo entre el 11-M y el 14-M.

Ahora, tras 50 años de los que queda de bueno lanostalgia que aún despiertan programas y profesionales, llega la hora de la refundación (que la vamos a pagar entre todos, por cierto), para intentar cumplir 50 años más con dignidad y coherencia.