Catedrático de la Uex

Unas veces estrella y otras, las más, estrellado, camina el tema de la televisión extremeña. Su largo discurrir por las diferentes alternativas que le ha deparado el destino tiene el peligro de finalizar en forma de frustración colectiva, por obra de un concreto grupo político que está empeñado en ello. Bien conocedor éste, el PP por supuesto, de cómo se utiliza la televisión pública en el marco general de España, teme que aquí se pudiera hacer lo mismo, lo cual, evidentemente, le causa tal pavor que utiliza cuantas posibilidades están en su mano para alejar toda posibilidad de convertirse en realidad. Retrotraerse a lo acontecido al respecto en la anterior legislatura sería entrar en la historia, cuestión ya obsoleta por cuanto, en las autonómicas de la primavera pasada, los votos sentenciaron en un sentido determinado. No obstante, es interesante recordar que hicieron campaña electoral prometiendo la radiotelevisión pública regional si ganaban las elecciones. Por más que en aquellos momentos se les preguntó, desde diferentes ámbitos, qué harían en el caso de perder, hubo la callada por respuesta. Ahora ya está claro, como no han ganado, no quieren la televisión. Se ha iniciado la nueva legislatura. Ya ha pasado el verano, y las declaraciones públicas del PSOE e IU en este nuevo periodo político han sido del todo coherentes con el acuerdo firmado por ambos partidos antes de las elecciones (29-11-2002), en pro de la definitiva puesta en marcha de la televisión extremeña. Por su lado, fruto de la incoherencia antes aludida, el PP dijo, a los tres días, que el pacto PSOE-PP era un paripé , mientras que posteriormente afirmaron todo lo contrario, concretamente que ese pacto es perfectamente asumible porque recoge los principios básicos de la legislación sobre la televisión pública . ¿Con qué quedarse?

No obstante, dos nuevos hechos han venido a sumarse a este triste actuar. El primero de ellos, casi desapercibido, ocurrió a finales de agosto cuando el Gobierno central anunció la aprobación del tercer canal de televisión de Extremadura, para ceder a la Junta su gestión. Al día siguiente dio precipitada marcha atrás. ¡Menos mal para ellos¡, alguien leyó la prensa, a pesar de las vacaciones, y le dio tiempo de llamar a Madrid. Mientras que el segundo hecho, ha ocurrido al comienzo de octubre, con las declaraciones, una vez más contradictorias, según las cuales nadie les ha propuesto negociar la TV. Obviamente, se les ha olvidado lo sucedido el 30-5-03: El PSOE ofrece el consenso para la TV autonómica y el PP lo acepta. Es perfectamente asumible, declaró Javier Casado, que pide sin embargo el detalle del dinero pagado a Canal Sur Extremadura . De nuevo, ¿con qué quedarse?

Para colmo de las contradicciones, ahora consideran que si el POSE e IU intentan modificar la mayoría de 2/3 del número de votos de diputados necesarios para elegir el consejo de administración, a una proporción de 3/5, vulnerarían la ley. Clamorosa forma de proceder de quienes niegan a algunos, los extremeños, lo que aceptan, con silencio cómplice, para la comunidad valenciana, donde por norma de rango legal impera la mayoría de 3/5. Además de clamorosa, es sobre todo evidente el miedo a toda noticia "descontrolada . Lo de la calidad de la información y la independencia no va con ellos. A pesar de todo, en nombre de la Plataforma pro televisión pública, Platex, pedimos, una vez más, que se abra la ventana a la libertad en Extremadura. Ya es hora de rectificar definitivamente. Por coherencia.