Dice Chicho Ibáñez Serrador en Abc: "La audiencia es mucho más inculta de lo que creía". No es una alusión a los programas basura tradicionales ("lo que se ve es, simplemente, un reflejo de la realidad"), sino una carga contra los informativos: El combate Gil-Muñoz y la comisión de investigación en la Asamblea de Madrid interesan a la gente, así como está dado, pero no como un resumen de doce segundos en un telediario, sino porque se podía uno sentar a verlo y eso ha funcionado".

También va contra el convencionalismo el director de cine José Luis García Sánchez, en El Mundo. Hablando de vascos, compone un par de secuencias yuxtapuestas: "Yo siempre he defendido que en el País Vasco debería haber no un referéndum sino todos los referéndum"; y la segunda: "Me resulta raro que se le dé el nombre de un señor a un plan sobre el comportamiento de la gente. Es como si habláramos del plan Ornella Mutti para hacer el amor". En cualquier caso, acabará en pasteleos". No le cuesta redondear su recorrido argumental (en una página titulada: "Me gustaría ver a Arzallus en un manicomio de curas"), con la frase: "Que haya un País Vasco unido o unos Países Catalanes unidos si ése es su deseo. Es como Portugal. Nunca he entendido por qué somos un país distinto a Portugal". Podría ayudarle lo que declara en El País el director general de RTVE José Antonio Sánchez, que entiende la audiencia muy a su manera: "Me emociona más el Papa que mi mujer", explica después de exhibir de nuevo la audiencia de la cadena durante la visita papal de mayo.