TEtran muchos los que esperaban que tanto el Jefe del Estado como el Presidente del Gobierno dieran explicaciones de lo que está pasando. Sin embargo de nuevo nos acordamos del pregón que el alcalde José Isbert pronunció ante sus vecinos de Villar del Río para justificar el plantón de mister Marshall. "Como alcalde vuestro que soy os debo una explicación, y esa explicación que os debo os la voy a dar repitió varias veces, pero no les dio ninguna explicación.

Además, en el discurso de Juan Carlos I apareció de nuevo el dilema de la forma y el fondo que José Luis Sampedro nunca supo dilucidar. Se trata de los adornos de su mesa: nacimiento y foto de la reunión que mantuvo con las víctimas del terrorismo. El jefe del Estado constató la denuncia de Jordi Evole en el último programa de Salvados: "La inadecuada presencia de simbología católica en instituciones y espacios públicos siendo aconfesional el Estado". La cuestión de fondo de la foto estuvo en que ni tan siquiera mencionó a las víctimas que lo fueron del franquismo y que están declarando en Buenos Aires ante la juez María Servini de Cubria. ¡Cuánta reparación! Al menos, habrían supuesto las palabras que dedicó a las presentes: "Décadas sufriendo el terror de criminales totalitarios; hoy, antes y siempre comparto vuestro dolor con renovada solidaridad y apoyo".

De otros asuntos, pues como el presidente Mariano Rajoy: gracias a todos por vuestro esfuerzo y sacrificio, llamada genérica a la ejemplaridad en la vida pública y España es una gran nación. Nada sobre casos que afectan a la monarquía, nada sobre casos que afectan al PP y nada sobre los culpables de la crisis; y coincidieron en el mantra de la recuperación económica a pesar de menos crédito, más deuda y pobreza.

También nos mandaron el mensaje de que ponen a la Constitución como testigo para defender lo de "juntos, nos une, juntos, nos une, España es una gran nación y la Corona y el Ejecutivo promueven y alientan ese modelo de nación". Ninguna explicación nos dan sobre que la indisoluble unidad de la nación española que recoge la Constitución no fue fruto del consenso entre los que la redactaron. Nada sobre que sea cosa de unos y no de todos, según cuenta Jordi Solé Tura (uno de los padres de la Constitución) en "Nacionalidades y nacionalismo en España". Esgrimen el tema nacional como central para 2014 cuando para el pueblo es lo social.