Periodista

Quizá sí corresponde a este pontificado santificar a la albanesa Teresa de Calcuta. Quizá la mejor metáfora de la caridad será que pase a la historia de la Iglesia católica el momento en el que un Papa que se apaga públicamente reconozca el ejemplo de una mujer que se entregó siempre a los demás sin condiciones ni prejuicios.

Quizás esta beatificación sea un intento de Juan Pablo II de acercarse a lo que él no siempre ha podido representar. Este pontificado reconoce ahora el modelo de vida de Teresa de Calcuta, tan alejado de la rigidez de este Vaticano, que se ha acercado a todos los rincones de la tierra, pero que a menudo no ha sabido comprender las necesidades sociales de los que la habitan. La Iglesia tiene esas paradojas.